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lunes, 19 de noviembre de 2007

Epidemiología “Clásica”, Epidemiología Sociocultural y Etnoepidemiología*.

Francisco Javier Cabellos M.**
Juan Carlos Quitral N.***


Resumen.


La Epidemiología Clásica provee información para el diseño de modelos de atención en salud que, en contextos interculturales, resulta “inválida”, pues no considera cualidades socioculturales con que la población legitima acciones curativas. En esto avanza la Epidemiología Sociocultural, no obstante hacerlo desde categorías relevantes para el sistema estatal, condición que superaría una Etnoepidemiología usando categorías que endoculturalemente distinguen sistemas de representación de los fenómenos agregados de salud/enfermedad.
Se ha ensayado un diseño Etnoepidemiológico en 3 etapas: “significatividad” de categorías de Epidemiología Clásica con especialistas mapuche, autoridades tradicionales y usuarios; “resignificación” y supresión de categorías “insignificantes”; inclusión de categorías endoculturales.


Palabras Clave: Epidemiología Intercultural, Etnometodología, Salud Pública, Salud Colectiva.


I.- Marco Teórico.


1) Epidemiología desde el sistema.

En el entorno técnico institucional, estatal, se concibe la Epidemiología como el estudio de las distintas formas en que las enfermedades ocurren en distintos grupos y por qué (Coggon, Geoffrey y Barrer, 1997). Algunos de sus propósitos comprenden la determinación de la o las causas de una enfermedad, su fuente, modo de transmisión, quien está en riesgo de desarrollar la enfermedad, y que exposición o no exposiciones predisponen a una persona a adquirir la enfermedad (Gregg, 2002).
Aunque los epidemiólogos realizan distintas operaciones separadas, su trabajo puede decirse que abarca dos ámbitos (Gregg, 2002):

  • Descriptivo, en el que se recoge información que define el contexto de la enfermedad y las características que presentaron las personas afectadas. A menudo, conociendo estos hechos (el diagnóstico) se puede determinar la fuente y modo de transmisión del agente y se puede identificar a las personas que se encuentran en riesgo de desarrollar esa enfermedad.
    En este ámbito, es frecuente el uso de la trilogía caso, lugar y tiempo para la identificación / descripción de los eventos de interés epidemiológico, específicamente, del comportamiento del ”agente”(1) y el vector mediante el cual se desplaza o contagia.
    Las referencias anteriores se integran en la noción de población de riesgo. Ésta se constituye por un grupo de personas, saludables o enfermas, que pueden ser contadas como casos si ellos adquieren una enfermedad que se puede o está siendo estudiada. Se construye en base a criterios de inclusión especificados en un esquema diagnóstico. Busca definir con certeza la correspondencia entre las conclusiones y la población de referencia(2).
    Por otra parte, los criterios de inclusión en esta noción dependen del concepto de factor de riesgo, entendido como aquella condición a la que sometido un sujeto puede desarrollar en él una enfermedad y que, por lo tanto, lo hace clasificable dentro de una población de riesgo.
    Estas características hacen de la epidemiología una disciplina más bien orientada a grupos de personas que a individuos.
  • Analítico, dentro del cual las operaciones críticas comprenden determinar tasas y compararlas. Prácticamente todos los análisis epidemiológicos requieren comparaciones de grupos de personas, enfermas y sanas, expuestas y no expuestas.
    Este fuerte apoyo en comparaciones grupales se construye sobre un sistema de códigos y categorías cerradas e institucionalmente validadas (sistemas de categorización de las enfermedades), así como también a base de diseños estadísticos(3).
    Para efectos de mediciones compatibles con este enfoque se requiere definir criterios de diagnóstico para la identificación de “casos”, entendidos como sujetos, unidades de análisis. Algunos de los criterios para dicotomizar el continuum diagnóstico entre casos y no casos serían de tipo estadístico(4), clínico(5), pronóstico(6) y operacional.
    Por otra parte, todas las comparaciones recurren a procedimientos como medición de asociación entre variables, datos brutos son “estandarizados”, se utilizan regresiones lineales para clarificar relaciones, etc. En este mismo sentido, para los propósitos epidemiológicos, la ocurrencia de casos de enfermedad debe estar relacionada cuantitativamente con la forma en que se dan en una población de riesgo. Una referencia básica a este criterio se demuestra en las nociones de prevalencia e incidencia.
2) Epidemiología Clasica v/s otras epidemiologías.

Debe tenerse en cuenta que este tipo de epidemiología, que se ha denominado clásica, adquiere sentido y validación en una estructura mayor, de tipo sociocultural, que configura lo que habitualmente se distingue como Sistema Médico (Burgos y Cabellos, 2004, a, b), en este caso Sistema Médico Oficial / Estatal. Dentro de éste, es un instrumento cuyos aspectos principales - enunciados en el acápite anterior - no son más que la expresión que un modelo médico - aquel dominante, unilateral y hegemónicamente establecido por el estado – puede tener en la forma de representar, asumir e intervenir los procesos de salud enfermedad. Tanto así que en relación con la salud de los pueblos originarios, socioculturalmente diferentes, en un evento de epidemiología intercultural precisamente, Oscar Ochoa de la Maza, del Programa Intercultural de Arica, señala: “..La idea que quiero insistir con ustedes es la necesidad de comprometernos con la visión epidemiológica para afrontar las problemáticas inherentes a los pueblos indígenas…”; “…pienso que no nos vamos a poder salir del cuento de la visión epidemiológica, sea para pedir plata, sea para hacer un proyecto. Esto en un sentido tiene lógica…”(en Servicio de Salud Araucanía Sur, División Atención Primaria, 1998).
Este testimonio grafica como la epidemiología se ha instalado para hacer frente a asuntos para los que resulta, incluso, socioculturalmente exótica e impertinente; con lo que, de paso, se instaura como artefacto de agresión y debilitamiento de las identidades diversas sociocultural y territorialmente. De hecho, asumir el desafío planteado por Ochoa de La Maza implica también asumir las implicaciones epistemológicas(7), éticas(8) y tecnológicas(9) que la epidemiología clásica tiene. Específicamente, y retomando las cualidades distintivas descritas, puede verificarse en ellas conceptos fundantes del modelo médico dominante.
El énfasis en referencias del tipo “Trilogía Caso, Lugar y Tiempo” sobre los fenómenos de salud enfermedad, por ejemplo, obedece a la intención de ubicar(10) / estabilizar (“congelar”) y aislar(11) / descontextualizar (“focalizar”) el continuum espacio temporal (histórico) en el que ocurre la enfermedad. En esta misma dirección opera la idea de población de riesgo y de factor de riesgo, connotando el enfoque particionista y focalizante de la vida y experiencia humana.
Con estos resguardos, la Medicina y Epidemiología Clásica buscan limpiar de la complejidad sociocultural que todo proceso personal y social, bajo la forma de “subjetividad”, induce al conocimiento de las enfermedades. Con ello se conseguiría el control del error y la validación del grado de objetividad de la información o dato.
En el sentido de lo planteado antes, este afán de objetividad implica - además de un sesgo atomista / reduccionista - un énfasis materialista, reconocible en la metáfora del agente (patógeno) y el vector (medio de transmisión / desplazamiento patógeno), por ejemplo. Estas distinciones sostienen la naturaleza material de las causas de la enfermedad al fundamentarse en evidencias físicas.
Sin embargo, el logro de los suficientes grados de “objetividad” en el conocimiento de la enfermedad no se consigue sólo con los resguardos formales descritos, sino que requiere además la concurrencia de un modo específico y especializado de representación de las evidencias físicas, provisto por el manejo estadístico (matemático) de la fiabilidad de las mediciones, comparaciones y juicios. Esta situación determina un sistema de códigos cerrado (técnico), restringido a grupos que manejan un conocimiento específico, por lo cual acaparan grados significativos de poder, el que implementan mediante el ejercicio práctico de esos conocimientos restringidos.
Estas cualidades definen el enfoque que la "ciencia" occidental ha marcado en las prácticas de salud. En este enfoque, las causas y relaciones entre las enfermedades aparecen como elementos objetivos, desligados de las personas y ajenos a la voluntad de la comunidad. Se ha creído, desde un punto de vista "clásico", que el conocimiento científico del proceso de salud / enfermedad es patrimonio de los técnicos que han estudiado y que las cifras de enfermedades y el conocimiento de las causas biológicas de las mismas (patogenia) pueden ser descritas, interpretadas y manejadas desde los técnicos hacia la comunidad. Se instala así la ciencia occidental, y la expresión de sus fundamentos en el sistema médico oficial y Epidemiología Clásica, como artefacto ideológico de validación del poder y autoridad de la clase médico técnica, que generalmente corresponde con aquella clase hegemónica históricamente dominante (Noboa, 1999).
Como plantea Hersch y Gonzalez (1993), el perfil epidemiológico es un aspecto clave para el conocimiento de la situación de salud en una comunidad. Sin embargo, la construcción de éste a partir de un solo modelo interpretativo, el científico-explicativo, introduce un sesgo en el abordaje de la realidad social y de salud al considerar exclusivamente las entidades nosológicas reconocidas en el paradigma médico dominante. Este sesgo se incrementa en comunidades rurales e indígenas, en cuyo contexto cultural opera un conjunto de problemas de salud que, percibidos por la población, carecen de equivalentes en la nosología médica oficial y, por tanto, no son detectados ni tratados por las instituciones de salud.
Así planteada, la Epidemiología Clásica se ha instaurado como una dinámica de anulación - por parte de los grupos dominantes - de los contenidos socioculturales de los grupos minoritarios dentro de una sociedad o estado nacional, adquiriendo la relación intercultural, cuando los contextos son multiétnicos y/o pluriculturales, un valor “asimétrico”, produciendo un efecto de aculturación de aquellos grupos minoritarios (Burgos y Cabellos, 2004, a, b). Esta dinámica de relaciones interculturales - además de alejar a las personas socioculturalmente diferentes de los servicios del estado – trae consecuencias relevantes, ya que, como plantea Ibacache y Leighton (2005, a), “esta situación va produciendo en cualquier grupo humano una frustración y baja de la autoestima, haciéndolos cada día más dependientes de un Estado paternalista, que intenta a través de programas diseñados desde una mirada “integralista”, “asimilacionista” y “extractivista” de recursos hacerlos desaparecer en una homogeneización falsa como país” (Ibacache, J y A. Leighton, 2005).
En este escenario, la demanda de los problemas de salud persiste en las comunidades - sea que las instituciones los hayan detectado o no - activando todo el capital sociocultural para la recuperación, uso y fortalecimiento de prácticas curativas ancestrales en eventos específicos de dolencia o enfermedad, distinguiendo un sistema médico sociocultural localmente construido. Se parte del diagnóstico que señala que los pueblos indígenas han desarrollado sus propias prácticas y concepto de salud, en concordancia a su cosmovisión, recursos, valores y estilos de vida. En este sentido, y representando el otro valor que puede adquirir la relación de interculturalidad aludida, se constata que - desde la perspectiva de los grupos minoritarios menos aculturados - se ha instaurado una relación en la que el reconocimiento de problemas y necesidades que no pueden ser resueltas desde sus modelos socioculturales tradicionales, así como la necesidad de vincularse en relaciones de distinto tipo con los grupos dominantes y las herramientas y soluciones producidas por sus modelos socioculturales, han determinado un tipo de relación en la que estos grupos minoritarios alternan en el uso de sus referencias socioculturales y las externas, materializando una dinámica simétrica en la relación con matrices socioculturales diferentes, dentro de las que se opera, no obstante, desde la propia identidad cultural (Burgos y Cabellos, 2004, a, b). Como plantea Terán (1999), cobra sentido entonces trabajar con la comunidad su diagnóstico de salud/ enfermedad. Buscar en lo profundo de sus actitudes, de sus creencias y percepciones, de sus relaciones con la naturaleza y con los demás, de sus prácticas y ritos, las claves que expliquen, desde la comunidad y con ella, la existencia de problemas de salud para encontrar, desde la comunidad y con ella, las formas de enfrentar y superar la enfermedad y la muerte, aparentemente inevitables. Las propuestas de la epidemiología comunitaria (estudio de las enfermedades con la comunidad) y de la epidemiología intercultural (conocimiento de la enfermedad de la comunidad desde la diversidad cultural) serían la manera de llegar a nuevas y reales alternativas en las que la comunidad es protagonista del proceso y los técnicos son sus aliados en la búsqueda de soluciones.
Redefinir los actores de la salud es prioritario. Superar las limitaciones será un ejercicio de encuentros sucesivos entre los trabajadores de la salud y la comunidad, entre el sistema formal de atención de salud y la comunidad. De esta manera, más allá de las causas biológicas, se entra en el mundo de la causa social, cultural, económica y política de la salud/enfermedad.


3) Intercultural desde el conocimiento local.

Hacer el cambio indicado implica ensayo y crisis paradigmática, tal como narra Oscar Ochoa: "Me acuerdo en el 90, cómo nos cambió la cabeza cuando esto de la epidemiología, y de los factores de riesgo, fue severamente cuestionado al apreciarse que los paradigmas que parecían tan naturales, eran realmente espantosos, y había que cuestionarlos…sé de las ventajas de pensar en una etnoepidemiología…Cuando nos preguntamos, por qué se da esta problemática de salud en este momento y en este grupo, estamos determinando la historicidad de los fenómenos salud–enfermedad, estamos comprendiendo que lo que interesa entender es qué problema de salud corresponde a determinado momento histórico de una formación social concreta, y no qué situación social corresponde a una determinada enfermedad como categoría biológica específica; porque son determinados procesos sociales los que causan varias enfermedades biológicamente diferentes y no que una causa social particular cause una entidad patológica definida. Comparto con ustedes que en la etiología de muchos de los problemas que nos interesan, intervienen factores tanto individuales como socio–culturales, y éstos últimos, en la mayoría de las veces, tienen especial relevancia" (Ochoa, O; G. Bustos y Raby, C. 1999).
En este mismo sentido, Ibacache (2004) indica que salud y cultura se implican mutuamente, los conceptos de salud y enfermedad nos remiten a la cultura y la cultura nos remite a los conceptos de salud y enfermedad. Por lo tanto lo que se percibe como salud y enfermedad, sus causas, tratamiento y prevención y quién las trata están determinados por cada cultura específica.
Resulta curioso, no obstante, que luego de este discurso reflexivo y crítico, lo que más destaca Ochoa de la Maza es la presunta inviabilidad del mismo cuando cierra diciendo: “…Mas, a riesgo de que me repudien los más intelectuales, no sé si es adecuado en Chile que nos podamos plantear hoy en día, desde un Servicio de Salud, la cuestión de una etnoepidemiología… el Ministerio no sé si lo va a entender o va querer entender” (ibidem).
Justamente en la dirección de cuestionar este obstáculo virtual (en el sentido de formulado, aparente) desarrollamos el presente estudio, re enfocado, en esta oportunidad, desde la experiencia y cultura de los habitantes de cada territorio. Esta claro que una etnoepidemiología no “calza”, ni calzará, con el paradigma de un servicio estatal; siempre va a ser disruptiva / subversiva (plantea otros códigos, reglas y estructura de orden). De hecho el mismo autor, tomando a Berenguer (1993), plantea no olvidar que los estados e imperios no deberán ser vistos como mantenedores, mucho menos como generadores de etnicidad, sino más como manipuladores e incluso como reprimidores de ella (Ochoa, Bustos y Raby, 1999).
Por esa razón se plantea que el lugar de la etnoepidemiología, o lo que en este estudio se denomina epidemiología intercultural, esta en el territorio, en la comunidad o lof, junto a las experiencias, marcos de referencia, formas de representación y códigos creados socioculturalmente por las personas en cada espacio. Desde aquí la epidemiología intercultural (etnoepidemiología) infunde datos, información y conocimiento hacia el sistema de salud del estado para su regulación y adecuación sociocultural, misión que éste tiene la libertad de asumir o no. Sin embargo, el propósito central de la epidemiología intercultural es fortalecer en la propia comunidad de cada territorio los referentes socioculturales que regulan las acciones relativas a los fenómenos de salud enfermedad locales como aquellas introducida desde los sistemas de salud centrales / estatales. En este sentido es una herramienta de empoderamiento sociocultural y regulación del contacto intercultural.
Considerando la idea general de epidemiología intercultural como “…el estudio de los factores que protegen y agreden el equilibrio de las personas, familias y comunidades, incorporando las propias categorías y etiologías (causas) del desequilibrio, desde el punto de vista de la cultura de la colectividad” (Ibacache, J y A. Leighton, 2005), se realizan precisiones que hacen sostener que la epidemiología intercultural se basa en o surge de una Etnoepidemiología.
En primer lugar, no se concibe que una epidemiología intercultural “incorpore” (12) a un corpus conceptual e institucional ya existente(13) las “propias”(14) categorías y etiologías del desequilibrio, sino que, por el contrario, se basa completamente en ellas, creando un corpus distinto, diferente, que sirve de contraparte sociocultural y obliga el contraste con la epidemiología clásica dominante, científica, racional y objetivista.
En segundo lugar y en vinculación con lo afirmado antes, se entiende que lo “intercultural” implica equiparidad de poder y capacidad de influencia para negociar entre grupos socioculturalmente diversos, eso es lo que construye - en el ámbito de la salud - la etnoepidemiología o, como se entiende aquí, epidemiología intercultural. En este sentido “inter” no describe un intersticio construido por las prácticas de relación entre grupos socioculturalmente distintos, sino que más bien la construcción de un contrapoder, contrarreferencia que entregue a las comunidades y territorios las bases de conocimiento e influencia para negociar y regular la operación en el territorio de los sistemas de salud locales tanto como de los sistemas de salud hegemónicos.
De hecho, lo planteado por Ibacahe (2004) al referirse a cómo iniciarse en el conocimiento del equilibrio, modelo base de la comprensión de salud y bienestar en diversos pueblos originarios - en cuanto a que es “…necesario ‘desenterrar’ datos para avanzar desde los promedios regionales…teniendo siempre en cuenta las especificidades culturales de las comunidades (para lo cual) los equipos deberán capacitarse en el manejo de herramientas…como el Epi-Info y el Epi-Map que les permitan análisis de múltiples variables y compartir los hallazgos...” - demuestra la presencia de nociones propias del sistema de salud dominante en esta idea general de interculturalidad, como lo son: la objetivización estadística del conocimiento, el uso de medios digitales de análisis de datos como los informáticos y la inducción de estos valores mediante metodologías y formas occidentales de intercambio.
Esta comprensión de epidemiología intercultural, que ha sido denominada general, distingue más bien un artefacto para acceder a las representaciones y significados socioculturales locales asociados a la salud y la enfermedad desde el paradigma propio de la medicina oficial, buscando reconocer las referencias “nativas” para las categorías globales (en el sentido de dominantes, centrales u occidentales). Un ejemplo de ello es lo destacado por Ibacache y Leighton (2005), en la nota 9 de su artículo “Estrategias Comunitarias y Autonomía Multicultural. Un aporte desde la Salud Colectiva”, en cuanto a que “…en relación a síntomas y signos de alarma en enfermedades respiratorias hemos encontrado palabras en Mapudungun (Idioma del pueblo Mapuche ) para retracción, tiraje, sibilancias, dificultad respiratoria, etc.” (Ibacache, J y A. Leighton, 2005).
En este sentido, la epidemiología intercultural, así entendida, no representaría más que una nueva forma, más actual y sofisticada, de integrar y subsumir las identidades socioculturales locales en supraidentidades. Esto es lo que hace este enfoque cuando plantea que la epidemiología intercultural implica una metacomprensión de los fenómenos de salud enfermedad que funde conocimiento científico occidental y conocimiento sociocultural local en la idea de complementariedad, desconociendo las bases socioculturales, epistemológica y paradigmáticamente distintas, y por tanto excluyentes, que hacen a este campo de conocimiento complejo. Se borra así con el codo lo escrito con la mano al desconocer, excluir o invisibilizar los contenidos, aspectos o dimensiones de naturaleza cultural determinantes de la comprensión de los proceso de salud enfermedad y de las acciones curativas.
Esta forma de epidemiología intercultural representaría, entonces, un sistema de etnocategorizaciónes propio del modelo sociocultural de salud dominante en la sociedad occidental. En ningún caso refiere a un sistema de etnocategorización indígena o local. Sería la respuesta a una necesidad de los estados y sus instituciones más que la respuesta desde las comunidades o territorios a sus propias necesidades. Esto último se vuelve a identificar cuando Ibacache y Leighton (2005) fundamentan la necesidad de conocimiento de los sistemas de salud locales indicando que:
"El desconocimiento de otros sistemas médicos por parte de la medicina occidental y la muchas veces excesiva dependencia de ésta por parte de las personas – como resultado de la estrategia hegemónica de la propia medicina occidental- es otro elemento que ha forzado el camino de derivación al sistema oficial, aún cuando no sea necesario, lo que queda de manifiesto a través de evidencias cualitativas, las que dejan ver que, tanto a los policlínicos como a los servicios de urgencia, siempre acuden más personas que las que realmente necesitan ser vistas. Esto ha creado una espiral viciosa que ha reventado todo: horas médicas, camas, presupuestos de farmacia, etc., lo que causa a los equipos de salud mucha angustia y presión...”. Continúan diciendo “…existen además muchas críticas de los usuarios respecto a la falta de horas de atención, al poco tiempo destinado a los consultantes, a la falta de examen físico y de medicamentos, a la falta de efectividad de los tratamientos e inclusive situaciones de maltrato…”.
De este modo, se fundamenta la necesidad de una epidemiología intercultural al servicio de los problemas del sistema de salud estatal.
Se plantea entonces, que una epidemiología intercultural debe construirse desde una etnoepidemiología mas que desde un enfoque de Epidemiología Sociocultural – con el corresponderían las concepciones de Epidemiología Intercultural como las recientemente revisadas. Esto partiendo de la noción que lo “intercultural” implica equiparidad de poder y capacidad de influencia para negociar entre grupos socioculturalmente diversos y que, como se ha señalado antes, entiende que “inter” no describe un intersticio construido por las prácticas de relación entre grupos socioculturalmente distintos, sino que más bien la construcción de un contrapoder, que facilite a las comunidades conocimiento para regular la operación en el territorio de los sistemas de salud locales tanto como de los sistemas de salud hegemónicos.


4) Aproximación cualitativa a la investigación / Etnometodología / Etnoepidemiología.

El investigar - acción consustancial a la Epidemiología - tiene al menos dos enfoques: cuantitativo, más propio de la versión “Clásica“ y cualitativo, más compatible con la versión “Etnoepidemiológica“ o “Intercultural“.
Un cuadro simplificado de los dos enfoques adaptado de un gran investigador argentino, Floreal Forni (1992) permite verificar las dieferencias más gruesas.


Como plantea Monsalvo (2002), el estudio cuantitativo en epidemiología entrega un panorama acerca de “lo qué ocurre”, entrega una fotografía. Lo que no nos puede dar el enfoque cuantitativo es “el porqué pasa” ni el “cómo pasa”. El enfoque cualitativo nos da respuesta a ese “¿por qué?” y a ese ¿“cómo?”. El enfoque cualitativo nos da la cinematografía(15). Forni (1992) señala lo que llama “triangulación”, es decir, combinación de ambos enfoques. En su visión, estos dos enfoques deben estar juntos desde el principio, es decir, formar parte de la epidemiología descriptiva. El enfoque cuantitativo es indispensable en epidemiología. El estudio, o investigación cuantitativa en epidemiología, según Forni (1992) permite el conocimiento de datos mensurables útiles a la construcción de tasas, promedios y significaciones. Facilita la visualización de los paisajes de las regiones en las que se quiere conocer “lo que ocurre”, proveerá clarísimas fotografías. Lo que no puede decir la investigación cuantitativa es “el porqué pasa”, “el porqué ocurre” y el “cómo ocurre”. Esto lo puede proporcionar la investigación con enfoque cualitativo. El enfoque cuantitativo nos va indicar en qué partes del paisaje deberemos buscar los datos cualitativos para saber “el porqué pasa lo que pasa”.
Esta aparente resolución del problema de coexistencia de enfoque cuantitativo y cualitativo en epidemiología resulta, sin embargo, tan curiosa como la comprometida defensa de Ochoa de la Masa sobre la etnoepidemiología, que inmediatamente después declara inviable.
La consideración de la metodología cualitativa, al abordar un nivel de la realidad de tipo diacrónico - distinto al nivel sincrónico, fotográfico, que permite la metodología cuantitativa – obliga la integración de nociones historiográficas, identitarias, colectivas, intensivas en componentes simbólico culturales, permitiendo el rescate del sujeto y su mundo de significados y representaciones socioculturales, complementando la epidemiología, integralizándola y dándole un valor de equidad y expresión del mundo representacional de las diversidades socioculturales locales. Incorporar datos cualitativos a un estudio epidemiológico aporta una mayor potencialidad al mismo para ofrecer elementos que permitan toma de decisiones ya sea para la intervención profesional cotidiana como para la programación y planificación de la conducción sanitaria y también para la elaboración de las políticas de salud centradas en el interés de la población, mostrando como la investigación cualitativa en epidemiología se afilia, nuevamente, con los intereses del Estado y sistema de salud hegemónico – y sus fundamentos epistemológicos e ideológicos. Este hecho refuerza el carácter etnocategorial occidental de estas ”salidas” o resoluciones del conflicto cualitativo / cuantitativo en epidemiología.
Por otra parte, esta aparente complementariedad de enfoques, sostenida por la generalidad de quienes aplican enfoques cualitativos en epidemiología, resulta al menos espurea, en tanto obedecen a paradigmas distintos. Existe una suerte de paralelismo cuantitativo cualitativo, determinado por la naturaleza formalista, idealista, abstracta y matematizable del primero y a la naturaleza sustantivista, sensible y empírica del segundo. En el caso del enfoque cuantitativo / formalista se intenta reemplazar la naturaleza por la matemática. Considerando el paralelo de lo Sincrónico (proceso limitado y medible) / Diacrónico (proceso continuo, devenir sin medida) la metodología cuantitativa se asienta en la matematización y la medida, en la dimensión de las cosas limitadas, suponiendolas siempre paradas, como en reposo. Supone que la diacronía, el proceso, carece de medida (Conde, 1994).
Por el contrario, la pespectiva cualitativista implica una aproximación a la realidad de tipo concreto, empirico, directo, analógico y sensible, que respete el proceso y describa movimiento. En este sentido, aproximación cualitativa y cuantitativa corresponde a matrices epistemológica e ideológicamente diferentes y su facil complemetación resulta a todas luces forzada y oportunista, intersada en cubrir necesidades de la elite dominante; la complementariedad de enfoque no estaría sino que correspondiendo nuevamente a con formula de las elites dominantes y al modelo cultural y etnocategorial del sistema médico oficial, que, desde un punto de vista meramete instrumental, utilitario y reductor comprende lo cualitativo como paso previo a la “verdadera y científica“ aproximación cuantitativa a lo real social.
Sin perder de vista lo planteado, cabe destacar que en Latinoamérica se viene construyendo una epidemiología crítica o epidemiología social de hace más de una década. Tal como plantea Neira (2001) refiriendose a la epidemiología, en estas perspectivas se enfatiza la dimensión simbólica de las prácticas, la que apunta a comprender que tanto el elemento subjetivo, de conciencia e interpretación sobre la enfermedad, la muerte, el cuerpo, etc., como la respuesta frente a ellos, están determinadas por el conjunto de prácticas simbólicas de los grupos culturales en los que se insertan los individuos. Estas consideraciones suponen afirmar que el conocimiento científico médico, como se le conoce hoy y en cualquier momento de su desarrollo, no es el único conocimiento posible sobre la salud-enfermedad, y que no alcanza por si mismo para comprender y explicar este proceso social.
Sin embrago, como plantea Monsalvo (2002) aun cuando toda cultura genera conocimientos y con sus propios métodos, occidente no reconoce a esos conocimientos como científicos sino los valida con sus propios métodos, imponíendose desde el dominio de lo político obstaculos a la legitimación de otras formas de conocimiento como el indígena. En este sentido se hace una misión ética y políticamente válida consalidar formas locales de representación y valoración de los fenómenos de salud colectiva si se aspira a un ejercicio intercultural, como aqui se ha entendido, de la práctica epidemiológica. A esta aspiración aporta el enfoque Etnometodológico dentro del campo del paradigma de la Investigación Cualitativa.

5) Etnometodología

Diversos defensores de la etnometodología han elogiado características de esta perspectivas como 1) su capacidad para analizar la sociogénesis de conceptos y valores firmemente arraigados en nuestra cultura y en esa medida difíciles de reconocer; 2) su sensibilidad a la variabilidad de formas y procesos en relación; y 3) su potencial reflexivo para dar cuenta de nuestra inserción en entornos que no mucho nos satisfacen, y actuar en consecuencia. En palabras de Rodríguez Bornaetxea (2002, b) pretende describir el mundo social tal y como se está continuamente construyendo, emergiendo como realidad objetiva, ordenada, inteligible y familiar. Desde este punto de vista, la etnometodología recomienda no tratar los hechos sociales como cosas, sino considerar su objetividad como una realización social. Considera además, que esta autoorganización del mundo social no se sitúa en el Estado, la política o cualquier superestructura abstracta sino en las actividades prácticas de la vida cotidiana de los miembros de la sociedad. Estas actividades se realizan conjuntamente en las interacciones; y la gente las realiza ateniéndose a los presupuestos y a los tipos de conocimiento propios de la "actitud natural". Para realizar esta tarea, el sociólogo (epidemiólogo intercultural) debe cuestionar la dimensión de la acción social, debe observar el hecho social no como objeto estable sino como proceso contingente, como producción continua de los miembros que la hacen existir mediante sus acciones e interacciones. Para hacer esto, los actores ponen en práctica una serie de procedimientos, reglas de conducta y recomendaciones, en resumen una metodología de cuyo estudio se ocupa la etnometodología. La etnometodología se entendería entonces como la investigación empírica (logía) de los métodos (método) que utiliza la gente (etno) para dar sentido y producir, al mismo tiempo, la actividad social cotidiana, es decir, el estudio de los procedimientos constitutivos de la inteligibilidad social (Rodríguez Bornaetxea, 2002, b). Lo que interesa a los etnometodólogos es cómo los actores llegan a identificar una ocasión como una situación en la que se aplica tal regla, es decir, se interesan en las reglas en tanto que recursos de los actores para establecer la situación. En este sentido renunciaría a los análisis estructurales para verificar los fenómenos microsociales.
La etnometodología, en opinión de Medina (2001), parte de dos supuestos:

  • Los hechos sociales no determinan desde fuera la conducta humana, sino que ellos mismos son el resultado de la interacción social que se produce continuamente a través de su actividad práctica cotidiana.
  • Los seres humanos no son "idiotas culturalizados", sino agentes activos capaces de articular procedimientos que les son propios para definir, según las circunstancias y los significados, las situaciones sociales en las que están implicados.

Como plantea Rodríguez (2002, a), estas ideas llevaron a Garfinkel a diseñar una propuesta metodológica que le permitió conocer empíricamente las creencias, teorías, modelos, metáforas y métodos que emplean las personas para construir su mundo social buscando la explicación en los mismos actores que lo producen y en el curso de la propia acción. Para llegar a tal fin, propuso las siguientes herramientas conceptuales:

  • Indicación (indexicality). Se parte de la creencia de que la vida social se construye a través de la utilización del lenguaje y del significado de una palabra o expresión en el marco de un contexto en particular. Es necesario estudiar cuándo se utilizan las palabras y expresiones para comprender la dimensión exacta de lo que se está diciendo, éstas están rodeadas de una situación y de un contexto lingüístico. Por ello se dice que la combinación de palabras y contexto es lo que da sentido a una expresión (Potter, 1998).
  • Reflexividad. Este concepto destaca el hecho de que el lenguaje no solo se utiliza para referirse a algo, sino también, y principalmente, para hacer algo; es decir, no se limita a representar el mundo, sino que interviene en ese mundo de una manera práctica (Garfinkel, 1967). En otras palabras, la reflexividad destaca el hecho de que una descripción es una referencia a algo y, al mismo tiempo, forma parte de su construcción.
  • Descripciones (accounts). Toda la acción social es descriptible, inteligible, relatable y analizable. Por ello, el concepto de discurso no se limita al uso lingüístico, sino que se refiere a toda la acción social. Es como hacer visible el mundo y hacer comprensible la acción al describirla, ya que el sentido de la acción social se revela en el marco de los procedimientos que se emplean para expresarla.
  • Miembro. Para los etnometodólogos, convertirse en miembro de un grupo o de una organización no supone solo adaptarse, sino también participar activamente en la construcción de éste. Los grupos, organizaciones o instituciones se crean y se recrean en la práctica cotidiana de sus miembros. El miembro es una persona dotada de un conjunto de procedimientos, métodos y actividades que la hacen capaz de inventar dispositivos de adaptación para dar sentido al mundo que la rodea.

Este conjunto de herramientas conceptuales desembocan en la sustitución del método hipotético-deductivo por uno inductivo-ideográfico. El primero utiliza hipótesis dirigidas a buscar leyes universales, mientras que el segundo se basa en la búsqueda empírica de acontecimientos o hechos particulares.
De hecho, y específicamente la noción de indexicalidad, como plantea Rodríguez Bornaetxea (2002), remueve las bases de la psicosociología "profesional" puesto que pone en el mismo plano los "descubrimientos" de los sociólogos académicos y el conocimiento del sentido común. Hablar de indexicalidad significa, desde este punto de vista y en contra de lo que pretende la ciencia tradicional, que el sentido es siempre local y que no hay generalización posible.
Considerados los aspectos indicados durante este acápite, más todos aquellos otros que no caben en un trabajo con al presente propósito, se convoca los argumentos para plantear que una verdadera Epidemiología Intercultural debe ser siempre una Etnoepidemiología, en el sentido de una Etnometodología de los asuntos de la salud y la enfermedad.

II.- Metodología.

1) Objetivo.

Considerando lo expuesto, el paso preliminar para confirmar la opción por una Etnoepidemiología implica verificar el grado de pertinencia y referencia que poseen constructos generales de la epidemiología clásica en el mundo simbólico representacional de grupos socioculturalmente específicos, en este caso comunidades mapuche de la Región de La Araucanía. Asimismo, y por otro lado, reconocer la existencia de categorías y constructos endoculturales usados localmente para representar los fenómenos de salud enfermedad colectivo territoriales.

2) Supuestos.

Un conjunto de conceptos y nociones axiales al modelo de Epidemiología Clásica resultan insignificantes en el marco de referencia sociocultural utilizado localmente por los miembros de las comunidades Mapuche, coexistiendo solo algunas de sus categoría, en una combinación con otras de carácter endocultural, locales, utilizadas en forma extensiva, intensiva y significativa para representar y actuar respecto de los fenómenos de Salud Enfermedad.

3) Procedimiento.

Se dispuso la indagación de referencias para un conjunto de dimensiones/distinciones contenidas en el enfoque de la epidemiología clásica, considerando en su conceptualización las cualidades distintivas de cada una, enriquecidas con referencias que amplían sus límites para integrar aspectos relevantes dentro de la concepción Mapuche de Salud. Este proceso se desarrolló en base a las formas mapuche de representación (rakizwam), utilizando protocolos tradicionales de interacción social mapuche (güxam, xawün), dentro del campo cultural y de conocimiento colectivo propiamente mapuche (kimün), en un modelo metodológico denominado “Wiño Mapunche Wixam Zugutun” (Cabellos et. al., 2005 y Cabellos y Quitral, 2005).
La operacionalización conceptual en tanto, considera dentro de la epidemiología clásica, la construcción de la representación de la enfermedad sobre la base de las distinciones Causa, Síntoma y Evolución o forma de progresión de éstos. Estos resultarían claramente distinguibles en una secuencia de lógica lineal que da sustento al diseño de las explicaciones y prácticas desarrolladas en el sistema médico oficial. Se considera verificar el grado de representación en los marcos de referencia y significación que estas nociones encuentran localmente. Asimismo, se requiere verificar los aspectos valorativos vinculados a los fenómenos de salud enfermedad como los contenidos en la idea de Incidencia y Prevalencia. En este sentido, es relevante identificar el tipo de referencias al comportramiento agregado de la enfermedad y la forma de su impacto comunitario en los territorios.
Igualmente central en los modelos epidemiológicos tradicionales resulta la noción de Factores de Riesgo. Este concepto remite a las condiciones que facilitan o predisponen la ocurrencia de una enfermedad. Constituyen un conjunto de cualidades que se dan siempre que se da una enfermedad. Esta idea permite realizar maniobras anticipatorias que ayudan el adelantamiento de las acciones curativas. Se considera observar la existencia y construcción de estas representaciones en cada territorio.
Aunque no necesariamente un diseño epidemiológico considera la noción de Factores Protectores, igualmente resultan relevantes para distinguir la dinámica de una enfermedad en el territorio, ya que compensan aspectos derivados de los Factores de Riesgo, influyendo en la relevancia o capacidad predictora de éstos. No es igual la influencia de un perfil de Factores de Riesgo en presencia de un perfil de Factores Protectores de una configuración u otra. Estos factores protectores, a diferencia de los factores de riesgo, que representan condiciones vinculadas a la aparición de enfermedades, representan condiciones y Recursos para el Cuidado y Recuperación de la Salud.
La idea de Contagio es otra noción básica en epidemiología. Remite a la forma en que, mediante un vector o medio, la causa o “agente patógeno” productor de una enfermedad en una persona puede ser transferida a otros provocando en ellos las mismas afecciones que producía en la persona en que este agente patógeno operó antes de ser transmitido, contagiado. Tal como en el caso de las demás nociones resulta relevante identificar la medida en que esta forma de representar la enfermedad y su dinámica encuentra representación y significado en los parámetros socioculturales locales.
La definición convencional de estas ideas o conceptos considera los principios y supuestos propios del sistema de salud occidental, del cual forma parte y en el que encuentra sentido. Sin embargo, en el afan de verificar referencias socioculturales locales para estas formas de representación, se agregan algunas categorías que permitan incorporar por similitud o familiaridad ideas compatibles con el concepto general de estar o vivir bien en la cultura mapuche (Kvme Felen / Kvme Mongen), o lo que podría asimilarse al concepto occidental de salud. Específicamente, se ha ampliado la cobertura de las categorías desde representaciones biomédicas e individuales, descontextualizadas histórica y socioculturalmente, hacia formas de comprensión de las categorías que consideren, además de representaciones biomédicas individuales, dimensiones psicosociales, espirituales y políticas (formas de ordenar la vida comunitaria). De este modo, se integran en una dimensión nominada Problemas de Salud, además de las referencias a la enfermedad - en términos de causa, síntoma y evolución – y a su valoración – en términos de incidencia y prevalencia – la forma característica de nominación de éstas, en el entendido que existe una manera de hacerlo en el sistema de salud oficial en tanto que existe otra en el sistema de salud mapuche. Esto es lo que se conoce como etnocategorías de enfermedad.
Asimismo, en el caso de las referencias a factores de riesgo - considerando la comprensión colectiva de los problemas de salud enfermedad existente en la cultura mapuche – se ha incorporado referencias a aspectos de tipo social, ecológico y de contacto interétnico. Existe referencias abundantes en cuanto a distinguir en el sistema médico mapuche ámbitos de expresión de la enfermedad o malestar que superan lo material y exclusivamente personal, extendiéndose y retroalimentándose a partir de las formas de relación entre las personas de un territorio, las formas de relación de éstas con el entorno natural, con valor religioso, y con personas de otros territorios, ajenos a la identidad territorial local. En el caso de este último aspecto, existe extensa literatura que describe los impactos sobre la salud y calidad de vida de los pueblos originarios, especialmente del pueblo mapuche, acarreados por el contacto con grupos étnicos y culturales foráneos, el que en todos los caso ha tenido el valor de la expropiación económica, reducción territorial y explotación humana.
Finalmente, además de los Recursos para el Restablecimiento de la Salud como representación de la noción de Factores Protectores, se agrega, no obstante en una dimensión a parte, la noción de Transmisión Sociocultural, considerando que en el fortalecimiento de la identidad y conocimiento culturales se consolida un conjunto de normas y recursos simbólicos que regulan la relación entre las personas, de éstas con la naturaleza y el mundo espiritual, con lo que se reduce la posibilidad de eventos determinantes de malas condiciones de vida o malestar.
De esta forma, se ha considerado el siguiente grupo de dimensiones, categorías y operacionalizadores como la matriz de conceptos de la epidemiología clásica a ser verificados, contrastados con el modo de representación y significación sociocultural con los que se abordan los problemas de salud enfermedad en cada territorio.

4) Sujetos.

Considerando la diferencia de estatus y conocimiento existente en la sociedad mapuche entre reche (persona común) y rechegenochiche (autoridad mapuche), categoría a la que pertenecen parte importante de los agentes de salud y líderes sociopolíticos mapuche, se consideró incluir en la “muestra” sujetos representantes de ambas categorías.

Reche: 10.

Rechegenochiche - Günencalechiche (autoridades): 10 Logko.

Rechegenochiche - Bawehgelu (especialista de salud): 4 Gvtamchefe, 5 Machi y 2 Lawentuchefe.

Estas personas pertenecen a comunidades integrantes de dos organizaciones sociopolítico territoriales mapuche tipo lof en las comunas de Vilcún y Nueva Imperial, región de la Araucanía.

III.- Resultados.

1) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Enfermedad.

Considerados los rasgos operativizantes de la categoría Enfermedad, puede señalarse para ella referencias conceptuales situadas, contextualizadas, a partir de la cuales puede reelaborarse en forma ex post.

Definición Ex Ante (general)

Forma en que progresa (Proceso) un conjunto de alteraciones económicas, sociales, familiares, biológicas o cualquier otra de connotación "problemática", “dolorosa” o “aflictiva” para la persona, iniciado en un momento y espacio determinado y cuyas causas y características distintivas son claramente identificadas y expresadas por las personas. Se operativiza mediante las distinciones: Causas, Síntomas y Evolución.

Definición Ex Post (particular/local)

Experiencia histórica (diacrónico sincrónica) acerca de cómo una serie de dolencias físicas, sufrimiento psicosocial y transformaciones negativas del medio socio ambiental (muerte de animales, afecciones a cosechas, transformaciones en el agua o el clima, así como también costos socioeconómicos y comunitarios), iniciadas por una inadecuada conducta personal - verificada en malas prácticas alimenticias, esfuerzo excesivo y exposición a condicones ambientales perjudiciales - tanto como por inadecuada interacción social - expresada en conflictos interpersonales, familiares, así como en formas de relación instrumentales con la naturaleza - interfieren o merman la productividad personal y familiar, las relaciones afectivas de la familia, las relaciones de solidaridad y reciprocidad con la comunidad y la naturaleza, bases del bienestar y/o salud las las personas, familias y comunidades que conforman un territorio (como referencia geográfica de una identidad sociocultural colectiva).

2) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Etnocategorización de los Problemas de Salud.

Las formas de utilización de las Etnocategorías Locales o endoculturales, así como las formas de utilización/apropiación de las Etnocategorías Formales o exoculturales descritas, establecen la inadecuación de distinguir/clasificar enfermedades a partir de modelos ideacionales abstractos de tipo excluyente, como por ejemplo entre enfermedades winka kuxan o mapuche kuxan. Esto encontraría razón en que no se reconoce importancia a la procedencia de la categoría que clasifica/nominación de la enfermedad, sino que principalmente a la existencia de ella en sí.

Definición Ex Ante (general)

Estructura discursiva elaborada en la historia de relaciones de un grupo de pertenencia, a través de la cual se expresan, describen, explican y valoran los efectos de un conjunto de alteraciones sobre la vida cotidiana; su origen y la forma en que devienen. Se operativiza mediante las distinciones: Formal (etnocategoria exocultural) y Local (etnocategoría endocultural).

Definición Ex Post (particular/local)

Estructura discursiva local elaborada en la historia de relaciones de contacto interétnico a través del uso cruzado de sistemas médicos (Mapuche y Estatal), que se enfoca en definir las formas de tratamiento más que las formas de clasificación de las dolencias o malestares, para lo que se hace uso indistinto de referencias endoculturales tanto como exoculturales, estas últimas, no obstante, resignificadas, apropiadas simbólica y culturalmente. Su aperativización se daría mediante las distinciones: Local y Formal Reapropiada, o lo que es igual a Local.

3) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Valoración.

Aun cuando desde el enfoque occidental las referencias a la expresión colectiva de la enfermedad pueden ser claramente verificadas en un plano conformado por las nociones de incidencia y prevalencia, ejes claramente diferenciables, distinguibles, desde el punto de vista de las personas insertas en sus territorios y modelos de comprensión sociocultural, la experiencia de enfermedad - y su extensión poblacional o comunitaria - se representa de forma más bien analógica, considerando indistintamente el perfil de enfermedades históricamente presentes y el perfilo de nuevos casos o enfermedades, ambos representados en un espacio temporal histórico biográfico, en el que la expresión de malestares derivados de una enfermedad y aumento de éstos se encuentran asociados a condiciones etareas extremas, como la infancia y la vejez, a condiciones climático estacionales y, en menor medida, a la condición de género.
Esta forma de representación incorpora tanto las enfermedades del sistema de salud mapuche como estatal.

Definición Ex Ante (general)

Impacto percibido por un sujeto para un conjunto de malestares sobre la interacción de la vida cotidiana en los ámbitos social, económico, familiar, religioso, etc. Se operativiza mediante las distinciones: Prevalencia (describe el estado de existencia, más o menos permanente en el tiempo, de una enfermedad o conjunto de ellas en un territorio. Señala el nivel de presencia basal) e Incidencia (describe el grado de ocurrencia de nuevas enfermedades o de aumento significativo en la ocurrencia del perfil de enfermedades existentes. Señala las ocurrencias de tipo o cantidad, que hacen subir sensiblemente el nivel de presencia basal de enfermedades en un territorio).

Definición Ex Post (particular/local)

Forma en que determinantes etéreos, estacionales y de género facilitan la mantención histórica y/o aumento eventual de enfermedades mapuche como Ilel, Xafentun, Perimontun, Meulentun y Mal, así como también de enfermedades occidentales como el Cáncer, las enfermedades articulares, respiratorias, Hipertensión Arterial, Diabetes.

4) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Contagio.

La idea de contagio es una de las referencias axiales en el enfoque epidemiológico clásico, sin embargo - y aun cuando se reconocen referencia a lo que se comprende por contagio, en tanto forma de difusión de las dolencias y malestares asociados a una enfermedad de una persona, grupo o lugar a otras personas, grupos o lugares - en el caso del punto de vista de las personas insertas en su territorio y modelos socioculturales la difusión de los malestares y dolencias de una enfermedad no se produce hacia las personas y menos mediante elementos o interacciones de tipo físico material, sino que más bien se produce hacia el entorno natural, y cuando lo hace hacia personas es hacia las que componen el grupo familiar y a través de exigencias psicosociales implicadas en el proceso de atender las necesidades de una persona con malestares y dolencias derivadas de una situación de enfermedad.

Definición Ex Ante (general)

Manera en que es percibida la adquisición de la enfermedad y la transmisión/difusión de los malestares y efectos de ésta al resto de la comunidad y territorio. Se operativiza mediante las distinciones: No Transmisible, Transmisible mediante un “Vector”, Transmisible de Persona a Persona, Transmisible al Entorno Ambiental y No Transmisible con Impacto Social.

Definición Ex Post (particular/local)

Forma en que se difunden las dolencias y malestares de la enfermedad sufrida por una persona al entorno ecológico natural en el que esta se inserta, así como tambien las demandas psicosociales derivadas de los cuidados para el restablecimiento de la salud al grupo familiar del enfermo.

5) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Conducta Social.

Los elementos coadyuvantes en la aparición de dolencias, malestares o enfermedades contenidos en la noción de Factor de Riesgo no sólo consideran cualidades de tipo biofísico, sino que tambien cualidades pertenecientes a dimensiones de tipo sociocultural, que articulan formas de interacción colectiva normativamente concebidas para el resguardo del bienestar integrado de persona, comunidad y ecología. En este sentido, una serie de prácticas rituales y cotidianas, definidas de acuerdo a un marco de creencias y actitudes local, proveen referencias, recursos simbólicos y materiales para el cuidado de la salud que son invisibilizados, desdibujados, cuando se desusan, olvidan o transforman aquellas prácticas y sus bases simbólicas. Esto genera una condición personal y sociocultural que hace a las personas más propensas a sufrir malestares, dolencias y enfermedades.

Definición Ex Ante (general)

Forma colectiva de ejecución de la normativa sociocultural destinada a evitar la adquisición y transmisión de enfermedades. Se operativiza mediante las distinciones: Inadecuada Forma de Transmisión de la Normatividad Sociocultural y Fragmentación Comunitaria.

Definición Ex Post (particular/local)

Grado y forma de mantención de ceremonias/ritos religiosos y socioculturales en el territorio, en el contexto de influencias institucionales socioculturalmente exógenas. Incorpora las formas de representaciòn y simbilizaciòn con que las personas significan dichas pràcticas socioculturales e influencias institucionales y los grados de compromiso ideològico con ellas. Asimismo, considera el grado de asimilación pràctica que las personas hacen de las formas de representación y rito sociocultural, tanto como de los elementos inducidos por influencia institucional, en sus usos cotidianos.

6) A modo de Síntesis sobre la Comprensión de la Categoría Contacto Interétnico

Se reconoce en los proceso de transformación sociocultural producido por las intensas relaciónes de contacto interétnico facilitadas en las nuevas formas de sociedad, una factor de insidencia significativa en las condición de bienestar personal, comunitario y ecológico, bases de la condición de salud en la comprensión occidental y de la condición de Kvme Felen / Kvme Mongen en la comprensión mapuche. Este contacto interétnico, si bien ha facilitado la transferencia de referencias y recursos útiles de una cultura a otra, al ocurrir en contextos de negociación determinados por asimetría en los grados de influencia o poder, tiende a hacer predominar un conjunto de referencias y recursos sobre otro, haciendo a aquel grupo desventajado en esta relación vulnerable socioculturalmente. Este predominio se materializa a través de la apropiación y uso intensivo de los territorios en que se produce en contacto por el grupo con mayor poder o instrumentos de influencia, imposición de Sistema Tecnológico materiales y Simbólicos de éste en es territorio, afectando incluso con las formas de organización que imponen mediante proceso de ocupación y colonización territorial. En esta condición, la disposición de referencias y recursos para el cuidad y restablecimiento de la salud en los que las personas sean efectivas disminuye significativamente, facilitando la emergencia de dolencias y enfermedades en las personas del grupo desventajado en esta negociación territorial.

Definición Ex Ante (general)

Relaciones de intercambio económico, social y cultural entre grupos socioculturalmente distintos, que fluctúa dentro de una gradiente asimétrica de influencia; y que tiene expresión en los modos de relación con el medio social, natural e ideacional. Se operativiza mediante las distinciones: Depredación Exógena del Medio, Imposición de Sistemas Tecnológico Materiales Exógenos, Imposición de Sistemas Simbólicos Exógenos, Presencia de Población No Mapuche y sus Formas de Organización, e Institucionalización.

Definición Ex Post (particular/local)

Relaciones de apropiaciòn externa y reducciòn territorial mapuche, que ha transformado el medio ambiente, reduciendo sensiblemente la presencia de agua y vegetación nativa, bases de la configuración ecológica que sustenta la religiosidad y sistema médico mapuche; cuyo impacto es reforzado por la exclusión ideológica que impone el estado chileno a través de la normativa jurídica del sistema de salud estatal y sus prácticas específicas de cirugía y medicación; lo cual genera un debilitamiento sociocultural del que hacen uso distintas sectas evangélicas que vienen a usurpar los referentes socioculturales tradicionales mediante la oferta de curación y bienestar, para cuya recuperación o cuidado ya no se cuenta con el conocimiento sociocultural tradicional. Considera también las relaciones de intercambio simbólico implicados entre los agentes de salud mapuche y las personas no mapuche que astienden, asì como la establecidas entre las comunidades e instituciones estatales interesadas en la “seudorecuperación” cultural.

7) A modo de Síntesis Sobre la Comprensión de la Categoría Formas de Tratamiento.

Los recursos de para el restablecimiento de la salud considera en forma central los tratamientos implementados por agentes especializados o miembros comunes de un colectivo sociocultural o territorio, en situaciones determinadas, bajo condiciones y en momentos claramente pautados por la cultura local. Estas formas de tratamiento incluyen los complejos de criterios y procedimientos que permiten decidir sobre las acciones necesarias para el restablecimiento de la salud, integrando lo que se conoce como diagnóstico con el tratamiento. En estos eventos se utilizan tanto referencias racionales como analógicas y son valorados de acuerdo a su impacto en las dolencias y malestares implicados en cada enfermedad, el cual depende del compromiso ideológico con las explicaciones y procedimientos, la persistencia en las acciones indicadas en el contexto del tratamiento y la oportunidad de éstas. El proceso integra también recursos naturales, sociales y religioso rituales como recursos basales o suplementarios de los diagnóstico / tratamientos.

Definición Ex Ante (general)

Variedad de procedimientos terapéuticos socioculturalmente validados, ejecutados por sujetos especializados por práctica o tradición, destinados al control de la sintomatología y malestares y al restablecimiento de la salud. Se operativiza mediante las distinciones: Descripción de la Práctica Terapéutica (quien, procedimientos, tiempo – duración) y Efectividad.

Definición Ex Post (particular/local)

Procedimientos diagnósticos y curativos complejos, temporal y normativamente delimitados, basados en recursos naturales, sociales y rituales (religiosos), realizados por personas específicas, de rango y estatus especial -como los agentes de salud - cuando las dolencias son de naturaleza compleja o por personas comunes cuando son dolencias simples; los que requieren de precisión y precocidad en la definiciones de las dolencias y elección de procedimientos curativos, así como también del cumplimiento riguroso del tratamiento por parte de la persona y la fe que en este tenga para ser efectivos; y cuya utilidad es considerada con relación a la disminución de los malestares.

8) A modo de Síntesis Sobre la Comprensión de la Categoría Elección de la Práctica Terapéutica.

Un recurso para restablecer la salud se convierte en tal sólo en la medida en que es utilizado, apelado, por una persona. Esta utilización depende de una elección dentro de un conjunto de alternativas que incluyen no hacer nada. Esta elección, cuando se hace en el seno del territorio local, considera las referencias entregadas por personas con las que se experiementa una relación de identificación, con las que se comparten marcos de referencia, creencias, códigos, formas de interacción y organización comunitaria y familiar adecuadas a las cualidades de un territorio compartido. Asimismo, expresa la forma en que se apropia colectivamente los componentes de la propia cultura y los de la cultura exógena dominante ya que la elección de una alternativa u otra decribe el marco de referencias subyacente con el que se define la identificación identitaria.

Definición Ex Ante (general)

Complejo de referencias que justifican la concurrencia de un sujeto a un sistema de salud u otro, implicando factores como posibilidad de acceso, compatibilidad ideològico cultural y características de evolución de la enfermedad. Se operativiza mediante las distinciones: Posibilidad de acceso, Adscripción al modelo médico (supuestos culturales) y Creencias sobre el origen de la enfermedad.

Definición Ex Post (particular/local)

Referencias de tipo empírico experienciales, integradas por el sujeto en el flujo de interacciones de la vida cotidiana con otros identitariamente similares, usadas en forma independiente del influjo de referencias institucionales del sistema de salud oficial; compatibles con marcos explicativos locales, basados en la valoración de lo natural y una relación espiritual con el medio, que determinan una forma de apropiación significativo simbólica de los recursos de salud locales y una apropiación instrumental de los recursos de salud vinculados al sistema de salud oficial.

IV.- Bibliografía.

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Notas.

(1) Elemento patógeno de naturaleza física / material.
(2) Como ejemplo, existe el concepto Floating numerator: número de casos que no se relaciona apropiadamente con la situación de riesgo (Coggon, Geoffrey y Barrer, 1997). Este se refiere al conjunto de personas incorporadas en una población de riesgo cuyas cualidades no corresponden completamente con los criterios de diagnóstico.
(3) Por ejemplo, el ICD – Internacional Clasificación of Diseases, Injuries, and Causes of Death – publicado por World Health Organization.
(4) Por ejemplo, la idea de “Normal” define aquellos miembros de una población que se encuentran dentro de dos desviaciones estándar del promedio (media) del grupo. Esta idea gruesa permite disponer de un guía para delimitar lo común y lo “anormal”. Entrega una referencia estadística para diferenciar casos de no casos.
(5) La importancia clínica deriva del nivel en que una variable se encuentra presente más frecuentemente cuando se producen y agudizan síntomas y complicaciones.
(6) Interesa distinguir el grado de precisión del pronóstico. Hay una serie de casos de pronóstico indefinido o “anormal”.
(7) Fundamentos representacionales y cognitivos para describir y explicar los procesos de salud enfermedad.
(8) Parámetros que orientan la conducta socioculturalmente correcta.
(9) Formas institucionalizadas de prácticas, tipos de códigos, estructuras de roles y estatus, etc.
(10) Para ubicar un objeto, distinguirlo con relación a un espacio, es necesario que se encuentre quieto, inmóvil, de lo contrario se rompe la relación correspondencia sujeto/lugar.
(11) Caso aísla del “Universo” (en el sentido estadístico); Lugar aísla un territorio local de una región a través de sus delimitaciones geográficas o administrativas; y Tiempo, aísla un momento del devenir experiencial cotidiano.
(12) Integre. Esto puede incluir sin lugar a dudas la apropiación.
(13) El de la medicina oficial / occidental.
(14) Se implica con esto una aproximación asimilacionista a aquello que pertenece a otros, que les es “propio”.
(15) La cinematografía, si bien agrega la dimensión dinámica a la imagen estática de una fotografía (estabiliza una realidad captada, sin embargo permite referirla en detalle), no deja de representar una construcción comunicacional que implica edición, es decir selección para la conformación de un mensaje intencionado. Representa un mecanismo complejo para representar la realidad. En este sentido no tienen más diferencia que ser, una, la fotografía, sincrónica y la otra, cinematografía, diacrónica.


*Ponencia presentada en el Simposio "Antropología Médica: Lo único - Lo Múltiple". VI Congreso Chileno de Antropología. Valdivia. Noviembre, 2007.
**Lic. Psicología, Mg. Ciencias Sociales. AXXIONA Desarrollo Humano. francisco.cabellos@gmail.comtecnicoaxxiona@surnet.cl
***Lic. Antropología. AXXIONA Desarrollo Humano. jckitral@gmail.com.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Metodología de la investigación, Conocimiento Local e Intervención Social Intercultural

Metodología de la Investigación, Conocimiento Local e Intervención Social Intercultural.
Mapuche Wiño Wixam Zugutun. Aprendizajes de un proceso de Sistematización de Experiencias Interculturales en Salud en el marco metodológico de la Investigación Acción Participativa.
(1)
........................................................
Francisco Cabellos Martínez.(2)
Fresia Mellico.(3)
Jimena Pichinao Huenchuleo.(4)
Jose Quidel Lincoleo.(5)
Victor Caniullan Coliñir.(6)
Juan Quitral Navarro.(7)

Resumen

A propósito de asesorias sobre Fortalecimiento Local de la Medicina Mapuche y Desarrollo de Modelos Interculturales de Atención en Salud - para Servicios de Salud Araucanía Sur y Norte - se probó un Modelo de Intervención Sociocultural con enfoque Intercultural.
Los términos de referencia de las licitaciones declaran condiciones que aseguren la Participación - como autogestión comunitaria, formulación de propuestas endogenas de recuperación del patrimonio cultural, gestión local de información/organización/evaluación, abordaje integral de los fenomenos de salud/enfermedad - configurando el escenario propicio para formular un modelo de trabajo que diera primacía a los actores locales, sus marcos de referencia y modos de representación, sus sistemas de conocimiento y background cultural, sus formas de organización social y política. Se establece la oportunidad para resolver el estereotipado modo de intervención social oficial, que termina simplificando la cualidad intercultural de la institucionalidad de salud estatal a la recuperación de ecosistemas con interés medicinal, implementación de espacios y equipamiento para la atención de agentes de salud mapuche, levantamiento artificial de dinámicas socioculturales tradicionales. Esto depende significativamente de catalizar los recursos culturales locales, delimitar una institucionalidad sociocultural que regule toda intervención exógena y establecer una gestión en base a criterios y categorías endoculturales, condiciones para las que se ha desarrollado conocimiento local en los años de intervención estatal que – si bien no han sido utilizados, redundándose en la recuperación periódica de los mismos conocimientos - asegura referencias socioculturales que articulen esos procesos.
Atendido lo anterior, se optó por un diseño de Estudio de Sistematización dentro del marco metodológico de la Investigación Acción Participativa. Éste permitió re organizar el conocimiento local, produciendo instancias de aprendizaje endoculturalemente validadas, a partir de las cuales se ha consolidado tanto criterios socioculturales para la gestión intercultural de la salud como un modelo local de investigación e intervención cultural.
Wiño Mapunche Wixam Zugutun es el diseño endocultural que organiza el proceso de producción de conocimiento. Esta compuesto por cuatro procesos (rakizwamuwün, günezwamuwün, azkünu zugun y norüm zugun) que - desde la perspectiva del conocimiento ancestral (kimün) - operan sobre dimensiones trascendentes de la identidad cultural (zwam y zugu).
La emergencia de este modelo de conocimiento endocultural respalda la hipótesis en cuanto a que enfoques con arquitectura de Investigación Accion resultan eficaces para gatillar espirales de recuperación y fortalecimiento cultural.

Consideraciones generales sobre la Asesoría Técnico Metodológica en el Proceso de Fortalecimiento de la Institucionalidad Mapuche en la Dimensión Salud Intercultural

Dentro de las bases (de ORÍGENES en particular, así como también de otra forma redactado en bases de diversas instituciones) se señala como contexto de referencia:

1. Objetivo: “…valoración y fortalecimiento de la medicina indígena a través del apoyo a iniciativas comunitarias autogestionadas…orientadas a fortalecer y articular la medicina indígena en el marco de respeto y valoración de un modelo de atención de salud intercultural…(que faciliten) a los agentes de medicina indígena y a las comunidades indígenas las condiciones para la formulación de propuestas que permitan avanzar desde su propia perspectiva en la recuperación o ejercicio, calidad, base tecnológica de la medicina mapuche…”.

2. Condición: “…se requiere la participación activa de las comunidades en la autogestión y desarrollo de estas acciones, para ello debe asegurarse la participación de los agentes de salud indígena así como también la participación de mujeres y jóvenes de las comunidades en estas iniciativas…”.

Con relación al Desarrollo de Modelos Interculturales de Salud, los términos de referencia establecidos señalan, a partir del objetivo general prescrito para la asesoría - “Apoyar el Diseño Participativo y puesta en marcha de experiencias piloto en Salud Intercultural en la Novena Región de la Araucanía” – los siguientes resultados esperados:

1. Objetivo:

- Diagnóstico participativo sistematizado.
- Estudio de epidemiología intercultural.
- Perfil participativo de indicadores y metas sanitarias.
- Proyecto organizativo institucional de la experiencia.

2. Condición:

El propósito u objetivo de desarrollo al que apuntan estos logros es el establecimiento de modelos de salud intercultural, en los que “intercultural” implique integralidad del concepto salud enfermedad, inclusividad del sistema (capacidad para reconocer, respetar y aplicar concepciones y prácticas de salud de otras culturas), regularidad, equidad y pertinencia cultural en la entrega del servicio regular, calificación y sensibilidad del personal de salud a las necesidades de la población y capacidad de colaboración con notros sistemas de salud.

Asimismo, estas cualidades deben encarnarse en una estructura organizativo institucional distinguible socioculturalmente (modelo), que debe considerar a lo menos la adecuación de los servicios, la construcción colectiva de estrategias, metodologías y protocolos que mejoren el acceso y la utilización de los servicios, esto tanto en el nivel normativo como en el de la operación contingente. Esta estructura debe estar intrínsecamente orientada al reconocimiento de la medicina tradicional indígena y la consideración de instancias de encuentro y colaboración entre el personal de salud y los agentes de medicina indígena, al mejoramiento de la situación de salud no sólo individual o familiar sino que territorial, considerando en forma determinante el perfil de características culturales, lingüísticas y económico sociales en la definición y solución de los problemas.

Estas condiciones permitirían el establecimiento de un escenario en el que cohabitarían “complementariamente” (equitativa y simétricamente) sistemas médicos socioculturalmente diferentes, rompiendo de esta forma los históricos vínculos de dominación y exclusión cultural en el ámbito de la salud. Se construiría así un espacio de reconocimiento para el sistema médico indígena.

Rasgos en una dinámica regional de desarrollo de modelos de salud intercultural.

Desde hace aproximadamente diez años vienen desarrollándose en la región instancias para hacer del componente cultural un elemento de equidad en salud. Diversas han sido las iniciativas, desde la implementación de un hospital intercultural(8) con participación activa de machi, en algunas etapas junto al médico en el box; realización de investigación sobre los elementos y estatus de la medicina mapuche, apoyo a agentes de salud y organizaciones mapuche, hasta instancias de discusión amplia entre representantes de la sociedad mapuche y su medicina y el estado chileno(9).

Este proceso ha venido madurando a partir de la progresiva involucración de la población mapuche y sus autoridades tradicionales en la discusión sobre la forma de integrar la dimensión cultural en la concepción y operación de los sistemas de salud estatales locales.

En esta circunstancia se ha planteado por diversas organizaciones mapuche una serie de observaciones y condiciones que han ayudado a contextualizar y dotar de mayor pertinencia cultural los programas e iniciativas propiciadas por el estado. Entre algunas de las cuestiones a considerar en cualquier iniciativa estatal con población mapuche, especialmente en el de la salud estarían:

- Reconocimiento del estatus del Mapunche Kimvn (sabiduría, conocimiento, ciencia mapuche) para el análisis de la realidad y la propuesta de estrategias de desarrollo (etnodesarrollo / desarrollo endógeno).
- Integración de las formas de interacción personal, pensamiento y protocolos de organización social mapuche en el diseño e implementación de las acciones.
- Involucración consultiva y resolutiva de las autoridades tradicionales mapuche en el diseño y ejecución de iniciativas de desarrollo.
- Descentralización de las funciones de planificación y gestión local entregando a la propia organización social mapuche las capacidades de evaluar, jerarquizar e implementar soluciones a problemas locales contingentes, culturalmente representados.

Todas estas condiciones estarían asegurando la aspiración de autodeterminación, única condición que desde la perspectiva del pueblo mapuche rompe la asimetría y facilita la verdadera interculturalidad en salud, con modelos institucionales y criterios de evaluación y gestión definidos en forma culturalmente determinada, como lo son los de la sociedad chilena. Sólo en el contexto de dos instituciones culturales equivalentes, sin tutelas que desbalanceen la equidad de poder en la relación de intercambio, puede construirse un modelo propiamente intercultural de atención en salud.

Perfiles habituales de los proyectos de fortalecimientos en los que interviene el estado.

Las iniciativas locales / comunitarias, cuando son asesoradas por agentes de desarrollo sea gubernamentales tanto o no gubernamentales tiende a repetir sus características dentro de ciertos perfiles.
- Recuperación y cuidado de ecosistemas en que se encuantra baweh.
- Implementación de espacios, instalaciones, utensilios, artefactos y medicamentos sintetizados para apoyo de la gestión de machi, gvtamchefe, bawehtuchefe, etc.
- Recuperación, difusión y reorganización del mapuche rakizuam, mapuche kimun y orgánica sociocultural tradicional.

Por otro lado, se reconoce como cualidad general del desarrollo de este tipo de iniciativas:

1. Dificultad de “comunicación”(10) entre agentes de desarrollo y comunidades, que redunda en la formulación de proyectos sustentados en las necesidades de la comunidad de base pero formulados de acuerdo a los intereses de impacto y gestión sostenidos por el agente. Su consecuencia:

-Solución parcial a la necesidad de la comunidad y subsiguiente decepción (deserción) de sus miembros.
- Inhabilitación para implementar procedimientos operativos de tipo contable financiero ajenos al conocimiento y la dinámica cotidiana de las comunidades, rígidamente exigidos por el agente de desarrollo.
- Por lo indicado en los puntos anteriores, crisis de racionalidad y sentido de los proyectos (conflicto de intereses o propósitos agente / comunidad).
- Finalmente, reducido impacto y precaria sustentabilidad en el tiempo.

2. Debilitamiento del capital sociocultural de las comunidades y del mapuche kimvn, consecuencia de los recurrentes procesos de segregación, desarticulación social y discriminación sufridos históricamente. Esta condición determina una cierta vulnerabilidad en las comunidades a las influencias externas, las que son asimiladas sin una suficiente reflexión sociocultural, situación que no sólo merma los supuestos beneficios de la influencia externa, sino que también puede contribuir a agudizar los problemas para los cuales se inician acciones de intercambio con el estado chileno.

Estas dos situaciones se articulan en una suerte de círculo vicioso que requiere ser roto para acceder a una gestión intercultural del desarrollo en general y de la salud en particular.
Énfasis en aspectos instrumentales, burocráticos y rígidos, útiles al objetivo de rentabilidad socio económica que da sentido al accionar del agente de desarrollo.

Esquema gráfico del circulo vicioso enunciado en: http://interculturalidadysalud.blogspot.com/2006/12/blog-post.html

Enfoque propuesto para una Estrategia de Consolidación de Proyectos de Fortalecimiento de la Medicina Mapuche.

Debe tenerse en cuenta que tanto el carácter participativo como la aspiración de fortalecimiento sociocultural de la medicina al que aspira el sub componente parte por definir como trasfondo o sustento el mapuche kimvn. En este sentido, tiene que incorporarse el carácter integral de este conocimiento - y sus formas de generación y reproducción - al diseño, ejecución y evaluación de cada proyecto.

Lo anterior implica sustentar el proceso completo de desarrollo de los proyectos sobre la base de las formas de organización mapuche (reyñma, lof, rewe, etc.), haciendo uso de los medios mapuche de interacción y representación (por ejemplo, güxam y mapuche rekizuam, respectivamente). Esto implica además, ampliar la visión de cada proyecto, contextualizándolo e involucrando la incidencia de - y en - el ámbito de las relaciones familiares y sociales dentro del lof, el ecosistema, las cualidades del espacio geográfico (az mapu), el sistema de reproducción económica y las tradiciones comunitarias ancestrales.

Si se abordan los proyectos con el énfasis antes bosquejado se aumenta la posibilidad de una gestión verdaderamente intercultural y se disminuye la probabilidad de ocurrencia de las situaciones que habitualmente se describen para los proyectos de desarrollo.

En esta perspectiva, se estima necesario adosar a los proyectos tres productos, uno que permita resolver los obstáculos derivados de la gestión administrativa de los proyectos para concentrar los esfuerzos de los ejecutores en los contenidos de cada proyecto y los del agente de desarrollo en maximizar el desempeño económico de éstos.

Debe considerarse también asociar a la ejecución de los proyectos una instancia de “problematización” de los proyectos que permita consolidar la apropiación de éstos, más que desde la perspectiva de los intereses de impacto que sostiene el agente de desarrollo, a partir de las referencias culturales propias de cada lof y/o fütaelmapu. Tanto este producto como el anterior deben acompañar el ciclo completo de los proyectos o por lo menos ser implementados al inicio y al final de su ejecución.

El tercer componente esta constituido por un marco referencial mapuche sobre la visión general de la salud, así como sobre problemas específicos de salud. Este marco referencial debe contener las discusiones que durante el último tiempo ha venido propiciando el PROMAP con las comunidades mapuche y sus autoridades, en las que se han expresado y negociado acuerdos sobre las forma de gestionar la salud de forma culturalmente pertinente. Este marco de referencia es el catalizador del proceso “problematizador” del componente enunciado en el párrafo anterior, entregando visiones para contextualizar culturalmente los proyectos e iniciar un proceso autónomo de reflexión y recuperación del kimvn propio de cada unidad / territorio (lof, rewe, futaelmapu).

Estos tres productos, interdependientemente implementados, permiten debilitar el círculo vicioso enunciado en los antecedentes, impactando en forma transversal las relaciones y estructura tanto del agente de desarrollo como de las propias comunidades, determinando una dinámica que acerca el perfil intercultural a la relación.

Esquema gráfico de de esta estrategia en: http://interculturalidadysalud.blogspot.com/2006/12/estrategia-axxiona-para-el.html

Investigación Acción Participativa (IAP): Estrategia para la construcción de bases de poder en la gestión de salud intercultural.

En el contexto de los requerimientos planteados por el pueblo mapuche para contextualizar y dar verdadera pertinencia cultural a las iniciativas estatales - evitando el carácter exógeno de los conceptos y criterios que las guían, cualidad que en el nivel ideológico limita los márgenes de autodeterminación - se ha optado por una estrategia metodológica que hace de todo proceso de desarrollo en el que participan actores con diferencias significativas de poder (asimetría) un proceso autoconciente para aquel que se encuentra en desventaja o sometido(11). Esta ganancia, la de la autoconciencia sociocultural en este caso, permite desarrollar una relación de compromiso vital con los acontecimientos cotidianos que involucra una iniciativa de desarrollo de cualquier tipo, desencadenando una participación natural, mediante la cual se adquiere y fortalece el control ecológico inicialmente y la autodeterminación sociocultural posterior.

Al servicio de la estrategia planteada - basada en la recuperación del conocimiento mapuche y el empoderamiento cultural para la regulación de las relaciones de intercambio con los agentes de desarrollo y la apropiación culturalmente pertinente de las soluciones ofrecidas o gestionadas por o ante éstos – se reconoce el modelo metodológico de la Investigación Acción Participativa (IAP).

En este modelo se aporta información controlada por grupos privilegiados(12) - determinante de inequidades de conocimiento y, por lo tanto, de poder - al proceso de reflexión y acción que implementan grupos, colectivos o comunidades en el proceso de resolver necesidades y problemas vitales cotidianos, producidos por condiciones de exclusión social. El resultado al que se aspira con esta transferencia es al de transformar las condiciones de poder, entendido como capacidad de control e influencia en las circunstancias sociales que determinan la vida contingente, activando en los grupos o comunidades una espiral de aprendizaje y desarrollo endógeno que dispone una actitud de autogestión y autodeterminación.

Como lo señala Orlando Fals Borda (1991)(13) Las metas de esta combinación de conocimiento liberador y poder político dentro de un proceso continuo de vida y de trabajo son: (1) el capacitar a los grupos y clases oprimidas, en este caso actores del pueblo mapuche, para adquirir la suficiente creatividad y fuerza transformadora, las que se expresan a través de proyectos, acciones y luchas específicas; y (2) el producir y desarrollar un proceso de pensamiento socio- político con el cual las bases populares se puedan identificar, lo que en el caso del pueblo mapuche puede equivaler a la recuperación del mapuche kimvn para la solución de los problemas de la vida y el fortalecimiento de la identidad.

Dando poder al común con IAP.

En primer lugar, el aprender a interactuar y organizar con la IAP se basa en el concepto existencial de la experiencia humana propuesto por José Ortega y Gasset. A través de la experiencia, aprehendemos la esencia vital intuitivamente, la sentimos, la gozamos y la entendemos como realidad, y, por ende colocamos nuestro ser en un contexto más amplio y pleno. En la IAP esta especie de experiencia se denomina vivencia, y se complementa con otra idea: la del compromiso auténtico(14).
La combinación de experiencia y compromiso permite ver para quiénes se busca este tipo de conocimiento, en este caso, actores del pueblo mapuche (las bases populares en el lenguaje original). Más aún, este concepto de experiencia reconoce que existen dos clases de animadores o agentes de cambio: aquellos que se encuentran fuera del pueblo mapuche (la clase explotada) y aquellos que se encuentran dentro del mismo. Ambos tipos están unidos en un mismo propósito: el de alcanzar las metas compartidas de transformación social, en este caso instalación de una relación intercultural en él ámbito de relación entre sistema de salud estatal y pueblo mapuche.

Estos animadores (externos e internos) contribuyen con sus propios conocimientos, técnicas y experiencias a la transformación. Pero sus conocimientos y experiencias brotan de diferentes conformaciones y racionalidades (una cartesiana y académica, la otra experiencial y práctica). Por esto se crea entre ellas una tensión dialéctica la cual sólo puede ser resuelta a través de un compromiso práctico, o sea, con una forma de praxis. La suma del conocimiento de ambos tipos de agentes, sin embargo, hace posible adquirir un cuadro de la realidad objeto de transformación mucho más correcto y exacto. Así, la combinación entre saber formal (técnico - académico) y saber popular puede resultar en un conocimiento científico total de naturaleza equiparadora, que destruya el injusto monopolio previo de clase que sostiene el sistema de asimetría.

La tensión dialéctica entre el compromiso y la praxis lleva al rechazo de la asimetría implícita en la relación sujeto-objeto que caracteriza a la investigación académica tradicional, a la asistencia técnica para el desarrollo y a la mayoría de las tareas de la cotidianidad. Según la teoría participativa, tal relación debe ser transformada en una relación sujeto-sujeto. Es más, la destrucción del binomio asimétrico es la clave del concepto de participación tal como se comprende en el contexto presente (investigador-investigado), al igual que en otros aspectos de la cotidianidad (familia, salud, educación, política, etc.).

Así, el participar significa romper voluntariamente, y a través de la experiencia, la relación asimétrica de sumisión y dependencia integrada en el binomio sujeto-objeto. Esta es la esencia de la participación.

El concepto general de participación, tal como se define aquí, está enraizado en las tradiciones culturales de la gente común y de su historia real (no de la versión elitista), las que resplandecen con sentimientos y actitudes de naturaleza altruista y comunal que son genuinamente democráticas. Son valores interiorizados a tal profundidad que han sobrevivido desde la praxis original, a pesar del impacto destructivo de conquistas, violencia y todo tipo de invasiones foráneas. Tales valores resistentes están basados en la ayuda mutua, la mano amiga, el cuidado a los viejos y a los enfermos, el uso comunitario de las tierras, bosques y aguas, la familia extensa, el matrifocalismo, y muchas otras viejas prácticas sociales que varían de región a región pero que constituyen las raíces de la participación auténtica.

El reconocimiento de este modo de participación altruista y constructiva, entendida como una experiencia real y endógena de y para la gente común, reduce las diferencias entre intelectuales técnico – académicos (burgueses) y las comunidades mapuche (de base), entre expertos (tecnócratas) y productores directos, entre burocracias y clientelas, entre la labor mental y la labor manual. Así se muestra el inmenso y dinámico potencial creativo que implica tal rompimiento del binomio sujeto-objeto, a través del rechazo al dogmatismo y a las estructuras autoritarias verticales de poder, al igual que a los patrones tradicionales de explotación y dominio a diversos niveles.

La búsqueda colectiva de estas metas en las prácticas sociales, educacionales y políticas, convierte a todos aquellos que allí se encuentran involucrados en “intelectuales orgánicos” de las clases trabajadoras, sin crear jerarquías permanentes. La prueba del triunfo de estos “intelectuales orgánicos” reside en el hecho de que, eventualmente, éstos se vuelvan redundantes en sus lugares de trabajo; es decir, que el proceso de transformación continúe sin la presencia de los agentes animadores externos.

Los principios de interacción y organización en la praxis de la IAP conducen a otras consecuencias importantes. Por ejemplo, ella induce a la creación de su propio campo, con el fin de extenderse en el tiempo y en el espacio, vertical y horizontalmente, en las comunidades tanto como en las regiones. Esta expansión ocurre en movimientos de espiral, partiendo de los niveles micro y extendiéndose a los niveles macro, adquiriendo así una dimensión política. La evaluación final o el criterio aplicado final de la metodología gira alrededor de esta dimensión política, y de la oportunidad que ésta brinda para hacer teoría en concordancia con la acción.

En adición a las ideas centrales de cultura y etnicidad, en la IAP se le asigna una importancia especial al concepto de región (dentro del concepto de formación social), al cual se le considera como un elemento clave para la interpretación de la realidad en la creación de mecanismos internos y externos de nivelación del poder. Las estructuras tradicionales opresivas pueden ser mejor entendidas bajo esta óptica, así como también son más comprensibles las alianzas de diversas fuerzas hacia coyunturas de cambio (revolución) que pueden ser configuradas bajo nuevos liderazgos o vanguardias “iluminadas”. Los agentes catalíticos externos juegan un papel crucial en el enlace de las dimensiones locales y regionales y, a más largo plazo, en los niveles nacionales e internacionales. De esta manera, lo particular y lo general, la formación social y el modo de producción, se pueden sintetizar.

En general, la IAP se propone resolver las contradicciones fundamentales de una región concreta recurriendo a elementos autóctonos. A través de la promoción de estas actividades, la IAP adquiere otra dimensión y aclara lo que la militancia es o debería ser. Por esta razón, la gente puede ser movilizada con técnicas de la IAP, desde las bases hacia arriba y desde la periferia hasta los centros, para conformar movimientos sociales que luchan por la participación, la justicia y la igualdad, sin estar buscando necesariamente el establecimiento de movimientos políticos jerárquicos basados en el molde tradicional.

El proceso del pensamiento sociopolítico.

En segundo lugar, las experiencias de quienes se encuentran envueltos en la IAP -inmersos en esa dinámica de aprender a conocerse y a reconocerse a sí mismos como mecanismos para la creación del poder de las personas y de las formas para contrarrestar el poder de otros - pueden tener ciertas bases fenomenológicas.

Estas comienzan con la tesis de que la ciencia - técnica no es un fetiche con vida propia, ni algo con un valor absoluto, sino que más bien es una forma válida y útil de conocimiento - acción para propósitos específicos, basada en verdades relativas. Cualquier ciencia - técnica, como producto cultural humano, tiene igualmente un propósito humano concreto y por ende carga implícitamente con los prejuicios y valores clasistas presentes en la clase científica - técnica como grupo. Por este motivo, la ciencia - técnica favorece a aquellos que la producen y la controlan, aunque su crecimiento desbocado es hoy día más una amenaza que un beneficio para la humanidad. Por esta razón es teóricamente posible que la ciencia popular exista como un proceso endógeno informal (o como un sistema de conocimientos construido más formalmente sobre sus propios términos). Tal carácter podría servir de correctivo para ciertas tendencias autodestructivas de las formas predominantes de la ciencia - técnica, situación en la cual el conocimiento adquirido y debidamente sistematizado sirva a los intereses del pueblo mapuche (clases explotadas).

Idealmente, en tales casos, las comunidades de base y sus impulsores se encuentran capacitados para participar en el proceso de investigación desde el principio, es decir, desde el momento en el cual se decide cual será el asunto a ser investigado. Así, permanecen incorporados en todos y cada uno de los pasos del proceso hasta que los resultados son publicados y las diversas formas de devolución del conocimiento a las personas se completan.

Este es un proceso que da preferencia al análisis cualitativo con relación al cuantitativo. La esencia de éste es la proposición de que hay mucho más que ganar a través del uso de la lógica afectiva del corazón y los sentimientos que del análisis frío y calculado que proviene de las oficinas y de los laboratorios. Aun así, este tipo de análisis utiliza los esquemas científicos de explicación de causa y efecto, en asociación no sólo con la lógica formal y afectiva sino también con la lógica dialéctica.

Con estos objetivos en mente, las siguientes técnicas que resultan de la práctica de la IAP son útiles para establecer el contrapoder popular:

Investigación colectiva: Con este nombre se refiere al uso de información recolectada y sistematizada en una base grupal como fuentes de datos y conocimientos objetivos de hechos que resultan de reuniones, sociodramas, asambleas públicas, comités, giras experimentales y demás actividades colectivas. Este método colectivo y dialogante no sólo produce datos susceptibles de ser corregidos o verificados inmediatamente, sino que también provee una validación social de los conocimientos objetivos que no pueden ser adquiridos por otros medios individuales basados en trabajos de campo y encuesta. De esta manera, la confirmación se obtiene de los valores positivos del diálogo, de la discusión, de la argumentación y del consenso dentro de la investigación objetiva de las realidades sociales.

Recuperación crítica de la historia: Así se conoce el esfuerzo de descubrir selectivamente, y a través de la memoria colectiva, aquellos elementos del pasado que han demostrado ser de utilidad en la defensa de los intereses del pueblo mapuche (clases explotadas), los cuales pueden ser utilizados en las luchas del presente para lograr un aumento de la concientización. De esta forma se le da uso a los cuentos populares, así como a la tradición oral, en la forma dé entrevistas y relatos vivenciales contados por los mayores de la comunidad que poseen buena memoria analítica. También se hace indispensable la búsqueda de información concreta sobre ciertos períodos pasados, existentes en los baúles familiares, el empleo de datos columnas estadísticas o registros estandarizados y sus detalles conformadores y el uso de las proyecciones ideológicas, imputaciones, personificaciones y otras técnicas diseñadas para estimular la memoria colectiva. A partir de esta información, muchas veces se descubre que los relatos sobre héroes populares, o la recopilación de datos y hechos significativos, corrigen, complementan o clarifican relatos académico - técnicos u oficiales escritos con otra clase de intereses o prejuicios. En otras oportunidades se descubre información totalmente nueva y fresca, la cual es de gran importancia para la historia local y regional.

Valorando y aplicando la cultura popular: Para poder movilizar a las masas, esta tercera técnica se basa en el reconocimiento de los valores esenciales o centrales de la gente de cada territorio (región). Esto permite que los elementos frecuentemente ignorados en la práctica política general en el campo de la etnia y la cultura, como lo son el arte, la música y el drama, los deportes, las creencias, los mitos, los cuenteros y otras expresiones relacionadas al sentimiento, la imaginación y las tendencias lúdicas o recreacionales humanas, sean utilizados.

Producción y difusión del nuevo conocimiento: Esta técnica es integral al proceso de investigación ya que es una parte central del informe de progreso y del objetivo evaluativo de la IAP. Aunque la IAP busca acabar con el mónopolio de la palabra escrita, incorpora en sí varios estilos y procedimientos para la sistematización de los datos y del conocimiento en concordancia con el nivel de conciencia política y la habilidad para entender los mensajes escritos, orales y/o visuales de las comunidades de base y del público en general. De igual manera, es también una forma de reconocer la división interna del trabajo entre los grupos de base.

Es así que se establecen cuatro niveles de comunicación, dependiendo de si el mensaje y el conocimiento sistematizado se encuentran dirigidos a personas ágrafas, dirigentes populares o intelectuales. Un buen investigador de la IAP deberá aprender a dirigirse a los cuatro niveles, transmitiendo el mismo mensaje a todos, valiéndose de los diferentes estilos que entonces le permiten la comunicación con los diferentes grupos, si es que éste aspira a ser realmente efectivo en los planos escritos, visuales y orales de la comunicación del mensaje o del pensamiento.

Formas eficientes de comunicación basadas en lenguajes “totales” o intencionales incluyen el uso de imágenes, sonidos, pinturas, gestos, mimos, fotografías, programas de radio, teatro popular, videos, materiales audiovisuales, poesía, música, marionetas y exhibiciones.

Es importante recalcar que existe la obligación de devolver sistemáticamente este conocimiento a las comunidades, porque éstas continúan siendo sus dueñas. Así, son ellas quienes pueden determinar las prioridades con respecto a sus usos, al igual que autorizar y establecer las condiciones para su publicación, diseminación o empleo. Esta devolución sistemática del conocimiento cumple con el objetivo trazado por Gramsci, el cual consiste en transformar el “sentido común” en “buen sentido” o conocimiento crítico, el que consistiría en la suma del conocimiento experiencial con el teórico.

El éxito en estas tareas requiere un código de comunicación compartido entre los elementos internos y los agentes externos de cambio, lo cual lleva a una conceptualización y una categorización común y mutuamente comprensible. El lenguaje sencillo y entendible se basa en las expresiones intencionales cotidianas accesibles a todo el mundo, evitando así los aires de arrogancia y la jerga técnica que brotan de las prácticas políticas y académicas, incluyendo elementos ideológicos del discurso desarrollista corriente.

Las técnicas de la IAP no excluyen el uso flexible de otras prácticas que se derivan de la tradición sociológica y antropológica tales como entrevistas abiertas (evitando las estructuras excesivamente rígidas), censos o encuestas simples, observación sistemática directa (con participación personal y experimentación selectiva), diarios de campo, archivo de datos, fotografía, cartografía, estadísticas, grabaciones de sonido y uso de archivos regionales y nacionales. Los cuadros (personas de recursos) no sólo deberían estar equipados para el manejo responsable de estas técnicas ortodoxas, sino que también deberían saber como “popularizarlas”, enseñando a los activistas métodos de estudio más simples, más económicos y controlables, para que éstos puedan llevar a cabo su labor sin dependencia alguna en agentes externos y/o intelectuales y sus costosos equipos y procedimientos.

Diseño Metodológico para la Asesoría.

El diseño metodológico que sustenta el proceso de asesoría considera la estructura del modelo IAP como herramienta para integrar los productos especificados desvinculadamente en los términos de referencia, los propósitos de los agentes de desarrollo (asesores exógenos) y las prescripciones construidas por la institucionalidad mapuche (proceso social de la comunidad y/o lof).

Representación gráfica del diseño general en: http://interculturalidadysalud.blogspot.com/2006/12/esquema-operativa-estrategia.html

En este diseño la fase “Problematización de la Realidad” permite la elaboración del producto “Diagnóstico Participativo”, la fase “Gestión de Información” permite la elaboración del producto “Objetivos Sanitarios y Estudio de Epidemiología Intercultural”, la fase “Gestión de la Acción” permite elaborar el componente “Diseño de la Experiencia Piloto” y, finalmente, la fase “Sistematización y Retroalimentación del proceso” permite elaborar un último componente, no considerado en los términos de referencia, sin embargo determinante del grado de empoderamiento colectivo potencial capaz de producir la experiencia: la consolidación y difusión de los aprendizajes obtenidos y los recursos socioculturales recuperados o fortalecidos(15).

Este proceso es operado desde una instancia conformada por un equipo de técnicos mapuches y no mapuches, con experticias interdisciplinarias, y un equipo local, determinado por la institucionalidad social de cada comunidad, lof o territorio. El primer equipo integra la visión científico - técnica de los problemas y estrategias de adecuación cultural para el procesamiento eficaz de este tipo de conocimiento – información por parte de la población que vive en cada comunidad o lof(16). El segundo equipo, definido localmente, constituye la contraparte sociocultural, auditora de las condiciones de respeto al orden territorial, sociopolítico, cultural y religioso que impone cada lof o territorio para la implementación de cualquier iniciativa de desarrollo. Esta unidad supervisa, media, sanciona las cualidades y secuencia de las acciones involucradas en cada componente o producto, la información relevante y pertinente, las formas de usarla y difundirla.

Este diseño requiere para su efectivo funcionamiento de una fase inicial, que antecede la operación de la asesoría, no obstante formar parte indispensable de ésta, caracterizada por el desarrollo de relaciones de compromiso, confianza y legitimación y la negociación de intereses, necesidades y formas de coordinación y colaboración entre diferentes actores locales, tanto mapuches como no mapuches, que operan en el territorio impactando de diversas formas las calidad de vida de las comunidades y lofmapu.

Actores relevantes en la asesoría.

En el primer grupo de actores, contraparte de regulación sociocultural local, la participación de Logkos y Dirigentes, autoridades sociopolíticas del territorio, resulta imprescindible e inicial en el proceso de asesoría, ya que poseen legitimidad ante la colectividad para autorizar la ejecución de las actividades diseñadas y la participación de sus miembros en las mismas. Asimismo, pueden regular la extensión y profundidad del proceso de reflexión y entrega de información en el que se basa el proceso de asesoría.

Dentro de este grupo de actores locales también resulta imprescindible la participación de agentes de salud mapuche existentes en el territorio: Gvtamchefe, Pvñeñelchefe, Lawentuchefe, Machi u otros. Estos actores, junto con los anteriores, además de legitimar ante la comunidad las actividades constitutivas de la asesoría, funcionan como agentes que contextualizan el trabajo de los asesores dirigiendo su ejecución por los cauces de la normatividad sociocultural territorial(17).

Finalmente, y con un perfil de participación más consultivo que resolutivo, a diferencia de la participación de los actores enunciados antes, se considera la participación de personas en grupos de referencia para la gestión institucional de salud como son adultos mayores, mujeres jóvenes, niños y hombres.

Otro grupo de actores locales relevantes, ya no como reguladores socioculturales sino que como potenciales aliados, son aquellos vinculados a distintas instancias del estado que operan directamente en el territorio, sea materialmente o a través de servicios ofrecidos a la población que vive en las comunidades o lofmapu. Dentro de este grupo se considera, en primer lugar, al personal directivo de hospitales y departamentos de salud municipal, ya que éstos son los encargados de la gestión de los servicios de salud del estado que funcionan en el territorio y de definir sus posibilidades de apertura, reconocimiento y vinculación con el sistema médico mapuche. Estos actores están directamente relacionados con las contingencias derivadas de los fenómenos de salud enfermedad.

En segundo lugar, por la relevancia que para la calidad de vida de la población mapuche de cada territorio tienen sus acciones - aunque su misión específica no sea la de la salud(18) - se considera la participación de representantes del sistema de educación municipal, INDAP, CONAF, PRODER , PRODESAL y eventualmente otros. Estos actores no sólo pueden operar en un sentido divergente a la visión que el sistema de salud tiene sobre las pautas de vida saludables para la población, sino que también pueden complementar iniciativas de salud con acciones concomitantes y consistentes tanto como con recursos inexistentes en el sector o institucionalidad del de salud estatal.

Finalmente, se distingue un tercer grupo de actores, de vinculación y monitoreo, compuesto por el(la) Amuldungufe del sistema de salud local y el Promotor del Programa Orígenes a quien corresponde el territorio de asesoría. Ambos operan como mediadores entre los agentes de desarrollo mapuche y la institucionalidad estatal, el primero en el ámbito de la salud institucional y el segundo en lo relativo a la coordinación de los servicios sectorialmente implementados y la negociación entre éstos y las demandas de la población local.

Representación gráfica del diseño operativo en: http://interculturalidadysalud.blogspot.com/2006/12/desarrollo-esquemo-operativo-estrategia.html

Especificacion de técnicas en el marco del diseño de Investigación Acción Particiaptiva propuesto para el proceso de fortalecimiento sociocultural.

Sistematización.

Sobre la base de una problemática general, la interculturalidad en salud, que no ha sido definida por los actores sociales involucrados en la propuesta sino que desde el Estado, se requiere un posicionamiento político – cultural de parte de los actores mapuche, que hasta el momento no se ha manifestado como una postura colectiva nítida, ya sea a nivel de Fütal mapu/ territorios específicos o en un sentido identitario más amplio. Existen problemáticas específicas en el tema de salud e Interculturalidad en donde este posicionamiento se yerge como necesario, es el caso de la constitución de modelos de salud con perspectiva intercultural, el patentamiento de especies medicinales, la legalización o reconocimiento de la medicina mapuche, es decir asuntos que involucran aspectos de tipo ético valórico transversales a lo mapuche. Antes bien, se han hecho sentir apreciaciones y posturas locales respecto de dicha problemática, que van más bien en función de necesidades inmediatas, de sobrevivencia y no de proyecciones sociopolíticas de más largo aliento, que garanticen el resguardo de asuntos éticos.

De este modo, no se puede desconocer el peso que tiene el contexto, la situación estructural y las nuevas dinámicas socioculturales a que se debe someter el pueblo mapuche, y que inciden directamente en el desarrollo del proceso de acompañamiento. Es así como la modalidad en que se da este tipo de interacción es más bien desde los instrumentos que provee el Estado - organizaciones funcionales, comunidades indígenas, asociaciones, y similares - o mediante los recursos de las ciencias sociales - estudios positivos y etnocentricamente válidos - para la generación de información y conocimiento sobre el pueblo mapuche que sustenta el diseño de la política indígena del estado. En este sentido, debe sumirse que históricamente se han reproducido situaciones de colonización intelectual y apropiación de conocimiento por parte de las ciencias sociales y sus disciplinas, al servicio de la elítes y los estados.

Se reconoce cada vez mayor conciencia por parte de los indígenas en general del rol nefasto que tuvo y continua teniendo la antropología en la colonización ideológica de los indígenas y en la validación de formas de usurpación del estado y sociedad chilena. En América, por ejemplo, la antropología provee el arsenal cognitivo que da paso a los colonizadores y posteriormente a los agentes del estado para argumentar un trato, un estilo de relaciones asimétrico. La idea del indio salvaje y del bárbaro, constituyen las mejores ilustraciones al respecto. Difícil es que ante tamaño antecedente las confianzas inter étnicas puedan superarse facilmente.

Tomando en consideración estos condicionantes, surge la necesidad de alzar un perfil de estudio que de uno u otro modo aborde estas dimensiones del quehacer, a la luz de estas formas de implementación de la Interculturalidad, en una relación de poder que continúa siendo en la práctica asimétrica.

En este sentido, el diseño de sistematización – basado en el modelo de investigación acción y el paradigma fenomenológico de la etnometodología - es el que se alza dentro del arsenal de recursos metodológico existentes en el backgroun de las ciencias sociales como aquel que resguarda con mayor propiedad los asuntos éticos involucrados en una relación inter étnica.

Es pertinente al contexto intercultural de las experiencias porque se basa en la constatación de que la diversidad y la alteridad son fenómenos inherentes a la humanidad, en el reconocimiento de la situación histórica y vivencial de los actores involucrados en las experiencias, en la integración de la dimensión racional del conocimiento con otras formas culturalmente pertinentes como son las afectivas, históricas, experiencial humana y de vida cotidiana. Finalmente, resulta pertinente por su concordancia con los principios establecidos como articuladores de las políticas de salud intercultural: participación, empoderamiento, fortalecimiento sociocultural y organizacional, relación simétrica, entre otros.

Por ultimo, el modelo de sistematización asume una manera particular de concebir al sujeto; empoderado, reflexivo y conciente, que participa directamente en la construcción de conocimientos atingentes a su práctica inmediata.

” La sistematización aporta a la práctica al permitir al equipo obtener una visión común sobre el proceso vivido, sus aciertos y errores, sus límites y posibilidades. Esto redundará en una mayor cohesión y coherencia grupal, dándole así a la sistematización un rol en la autoformación del equipo. De otro lado, a partir de los aprendizajes obtenidos, contribuye a superar el activismo y la repetición mecánica de procedimientos que alguna vez tuvieron éxito. Finalmente cuando los aprendizajes se comparten con otros, la sistematización facilita la contrastación entre los diversos trabajos y ayuda a no partir de cero y a no repetir errores.”(19)

Antoni Venger i Planees, quien ha revisado propuestas metodológicas de investigación - en función de su pertinencia respecto de las necesidades y demandas de los movimientos sociales - ha efectuado una clasificación de los estudios (de sistematización) en dos sentidos. Los estudios que son planteados para y los estudios que se plantean desde los movimientos sociales. Dentro de la segunda clasificación se articulan alternativas a partir de cómo se expresan los niveles de participación de los actores involucrados, de acuerdo a ésto existirían propuestas participativas débiles y fuertes (aquellas que incorporan a cabalidad a los actores sociales).

“Las sistematizaciones son procesos que develan identidades e intereses diferenciados, lógicas de intervención diversas y hasta contradictorias sobre las realidades sociales; por consiguiente reconocen teórica y metodológicamente el pluralismo, la provisionalidad, el disenso y el diferendo, retomando, recreando y re contextualizando las potencialidades críticas de cada experiencia.”(20)

Si bien en el marco de una interculturalidad crítica, el estudio se plantea más bien en el sentido de un estudio Para, dado su origen central, institucional, la elección efectuada por el equipo, en consonancia con el marco epistemológico asumido y las demandas locales planteadas(21), pretende transitar de un estudio planteado desde fuera, sin considerar la opinión ni el punto de vista de los actores sociales en cuestión, hacia un estilo de sistematización articulada desde éstos. Tras la consecución de este propósito se ha privilegiado la utilización de formas mapuche de conocimiento como estrategia de potenciación de este enfoque de la sistematización, pues al situar a los actores sociales en espacios de conocimiento donde todos pueden aportar y controlar, la construcción colectiva se re significa y legitima al interior del colectivo.

La sistematización asi entendida conlleva la posibilidad de fortalecer el papel político de las personas involucradas en las situaciones o experiencias en cuestión, en tanto los empodera y los hace reflexionar en torno a ellos como ciudadanos, actores políticos, etc., así como también permite fortalecer sus identidades.

Ghiso aporta en el reconocimiento de algunos elementos comunes a toda sistematización:

1) La práctica que antecede a la sistematización puede ser recuperada, recontextualizada, textualizada, analizada y re informada a partir del conocimiento adquirido a lo largo del proceso.
2) Todo sujeto posee conocimiento y posee una percepción y un saber producto de su hacer. Esto constituye el punto de partida de la sistematización.
3) La sistematización lleva implícito un proceso de interlocución en el que se negocian discursos, teorías y construcciones culturales. Todo esto con el propósito de construir una reflexión y aprendizaje común.
4) Al constituirse la sistematización en un proceso de construcción de conocimiento sobre una práctica, no es neutro. La orientación y los principios éticos que le caracterizan son emancipadores y transformadores.
5) En toda sistematización interesa tanto el proceso como el producto. Entre los componentes más importantes que vinculan el proceso está el pedagógico, que genera aprendizajes que van más allá del proceso puntual en cuestión.

Por otra parte, Joao Souza, a partir de observaciones relativas a movimientos sociales en Angola, Brazil y Mexico, distingue a lo menos tres momentos en las relaciones entre los actores o autores sociales y los agentes sociales.

Dirección de los agentes sociales exógenos. Tanto en los movimientos sociales como en los proyectos de desarrollo, se reconoce un primer momento, en el cual aún no se puede hablar de organización o de movimiento. Es más una actuación de los agentes sociales que se inmiscuyen “entre el pueblo, comunidad o lof” por las razones más diversas, pero siempre diciendo que están allí para ayudar.

En ese momento, los protagonistas son los agentes sociales. Ellos toman las iniciativas, definen las pautas, elaboran los proyectos, los objetivos, las líneas estratégicas de acción colectiva. A partir de esa situación, va surgiendo lo que se podría llamar un embrión de organización o un núcleo de movimiento futuro. Ese núcleo de personas (agentes sociales y “beneficiarios”) se va fortaleciendo. Comienza a tomar forma el proceso político de organización que supera las actividades del proyecto. Va adquiriendo otra configuración. Hasta entonces, la participación de las personas congregadas por la temática que les concierne es subalterna, no tienen la dirección, acompañan a las reuniones, opinan, aprueban las decisiones.

Pero, en ese proceso inicial, poco definido, como parece que va a ser todo el proceso, todos aprenden. Muchas ideas circulan. Van aconteciendo transformaciones individuales de diversas y diferentes dimensiones. Las personas se transforman, asumen responsabilidades, comienzan a construir una cierta comprensión común entre ellos. Van cambiando de condición, comienzan a dejar de ser “beneficiarios”, convirtiéndose en protagonistas de las acciones organizadas. Consiguen algunas conquistas, victorias, sufren derrotas. Van aprendiendo y conformando identidades. Se van constituyendo como autores sociales, escritores de su propio proyecto, afirmando sus deseos y esperanzas.

Las relaciones, las acciones, las discusiones, los conflictos, los estudios y profundizaciones, conforman un proceso pedagógico muy significativo de madurez intelectual, política y humana, creando las condiciones de los momentos a seguir.

Organizativo, conflictos, rompimiento. Un núcleo de “beneficiarios” comienza a estructurarse como grupo, esboza un cierto nivel de cohesión entre ellos, asume la coordinación de la dinámica de algunas actividades. Va enfrentando los problemas que aparecen sin consultar al agente social. Comienza a establecer relaciones con otras organizaciones, ONG, con representantes de gobiernos municipales o provinciales, iglesias, partidos. Esboza una cierta autonomía. Da los pasos hacia la creación de una cierta consistencia organizativa, de comprensión. Algunos pobladores se transforman en dirigentes, se hacen autores de su acción.

El inicio de la toma de dirección de las actividades por un grupo de pobladores que, por varias razones, se destacan en el trabajo, se configura como un conflicto con los agentes sociales. La explosión del conflicto no se manifiesta de inmediato ni se resuelve en poco tiempo. Demora mucho la solución, salvo que, en algunos casos se dé más rápidamente, sobre todo, cuando el trabajo tuvo inicio con un agente social más experimentado o igual con pobladores oriundos de otras actividades o de movimientos sociales. Pero, muchas veces, si son sectarios, se constituyen en obstáculos y no en facilitadores del proceso de crecimiento o de conformación de una organización comunitaria de base o de un movimiento social.

Las actividades comienzan a transformarse en acciones colectivas. Hasta entonces, aquellos participantes o “beneficiarios” no habían actuado como sujetos sociales, pues no elaboraban el “script” de la acción. A partir de ese momento, continuando con la misma alegoría, “beneficiarios” congregados para una acción comunitaria comienzan a colocar algunas frases en “script”. Y ocurre que se oponen a los agentes sociales. Si éstos tienen la competencia de comprender y manejar bien los conflictos, las soluciones van siendo encontradas, las competencias van siendo superadas y se van construyendo identidades plurales consistentes. Si no, la división y, muchas veces, la desagregación del trabajo es inevitable. Es un momento que revela los resultados positivos o negativos de la acción de los agentes sociales. Si ese momento no emerge, es señal de que los “beneficiarios” no tuvieron oportunidad de crecer, de transformarse, de hacerse autores sociales y, por tanto, no atenderán el estado de sujetos de su acción. En esas condiciones no surgen organizaciones comunitarias de base y mucho menos un movimiento social popular

Cooperación. Procesos de construcción de autonomía, de relaciones de cooperación entre agentes sociales y autores sociales. Vencido el proceso de autonomización y maduración, a partir de aprendizajes cognitivos, políticos, organizativos y emocionales, finalmente los autores sociales asumen su papel de protagonistas de la acción, comienzan a ser “escritores del script o libreto” de sus acciones, de su organización y de su movimiento. El conflicto se atenúa. Los autores sociales y agentes sociales son ahora participantes de una misma lucha en relaciones un tanto más simétricas, aunque todavía en medio de varias divergencias y diferencias que son útiles y contribuyen a la consolidación de esas relaciones necesarias a los procesos de transformación cultural de nuestras sociedades.

Esas experiencias hacen que los autores avancen política e intelectualmente. Y comienzan a asumir la conducción de la propia acción colectiva, casi siempre en oposición a los agentes sociales que los ayudarán en su crecimiento porque muchas veces no quieren dejar el mando. Pero, entre idas y venidas, conflictos y consensos, tensiones y comprensiones, a través de momentos y procesos reflexivos, se van configurando procesos sociales diferenciados en el seno de una determinada población. En algunos momentos del proceso, una actividad sistematizadora, coordinada por alguien experimentado y competente que no participa de las tensiones, puede ser muy saludable.

Superados algunos conflictos, los autores sociales van en busca de agentes sociales que puedan ayudarlos en la profundización y comprensión más amplia de su propio movimiento, de sus organizaciones y acciones. Son procesos que pueden contribuir a la consolidación de las relaciones necesarias para la consolidación de la transformación cultural de nuestras sociedades.

Las personas adquieren el sentimiento que se volverán capaces de reunirse y participar en varios espacios con los agentes sociales de igual por igual.

La asunción del control de la acción por las personas no significa que se establezca, de inmediato, una perspectiva más democrática. Es posible que hasta se instale un proceso menos democrático, o aparentemente menos democrático, del que se ejercía en el momento en que los agentes sociales tenían la dirección. Un pequeño número de personas se vuelven ilustrados y dirigen casi soberanamente; frente a una cierta pasividad de otros participantes en la acción colectiva.

La reflexión pedagógica, el debate político, pueden ayudar a superar esos riesgos. Si los agentes sociales actuaran pedagógicamente, los dirigentes populares podrían asumir una postura pedagógica semejante a la de los agentes sociales críticos. Y el proceso pudiera avanzar para garantizar el crecimiento de los participantes y la rotatividad de las direcciones. Se pudiera dar un aprendizaje profundamente significativo de la participación y de la dirección; se posibilitarían relaciones democratizadoras y podría formularse una nueva visión del mundo. Los colectivos tienden a construir su propia experiencia según su modo de comprender el proceso. Es posible que se dé un estrechamiento de alianzas y un clasismo bastante fuerte; pero, con todos sus riesgos, es un proceso que se está mostrando necesario en la construcción de una autonomía política y de una identidad propia en cuanto acción popular / sociocultural.

Se revela fundamental el hacer pedagógico de los agentes sociales y de las direcciones locales, se desea construir la autonomía de la organización popular y garantizar su intervención en la democratización de nuestros países. En esa acción educativa, para garantizar las condiciones de la relación pedagógica positiva, tiene ventaja la sistematización en cuanto instrumento didáctico de los proyectos de desarrollo comunitario / sociocultural, así como la evolución y maduración de los movimientos sociales populares / socioculturales.

Dentro del proceso que considera estos tres momentos se desplegan en forma de espiral una serie de etapas dentro de las que, de acuerdo a Oscar Jara(21), se consideran:

1. VIVIR LA EXPERIENCIA.

2. DELIMITACION DEL OBJETIVO: ¿PARA QUÉ QUEREMOS ESTA SISTEMATIZACIÓN?.

Tener claro el producto que queremos obtener y la utilidad que éste.
Tener claro el rumbo, la estrategia o misión de la Institución.

3. DEFINIR EL OBJETO: ¿QUÉ EXPERIENCIA QUEREMOS SISTEMATIZAR?.
La sistematización no tiene que cubrir toda la experiencia. Delimitarlo en tiempo y lugar.

4. PRECISIÓN DEL EJE DE SISTEMATIZACION.

Precisa el enfoque central de la sistematización para evitar dispersión.
Es un hilo conductor que atraviesa toda la experiencia y está referido a sus aspectos centrales.

5. RECONSTRUCCION HISTORICA DE LA EXPERIENCIA.

Identificación de etapas y cambios en el proceso.
Es importante basarse en la información de los registros disponibles.

6. ORDENAMIENTO DE ELEMENTOS PRESENTES EN LA EXPERIENCIA.
Determinar las categorías, los elementos principales que necesitamos explicar, conceptualizar.
Ordenar toda la información disponible en los registros, con base en estas categorías.
Buscar formas de organizar la información de manera clara y visible.

7. INTERPRETACION CRITICA.
Los elementos claves que potenciaron o debilitaron la experiencia.
Ver la experiencia conectada a varios niveles: lo local, micro, personal, lo interinstitucional, lo colectivo, lo nacional, ver las partes y el conjunto de la experiencia, lo pequeño, lo puntual que pudo haber influido y así también lo más complejo.
La identificación de los sentidos: ¿Hacia dónde se quería dirigir el proceso?.
Hacer preguntas para ubicar las principales tensiones y contradicciones de nuestra experiencia.
La confrontación con textos u otros elementos externos sobre lo que pretendíamos hacer.
Determinar la relación entre los diferentes aspectos.
¿Cuáles fueron las causas y las consecuencias? ¿Hubo avances, retrocesos? Elementos comunes y diferentes.

8. ELABORACION DE CONCLUSIONES.
Sacar las principales afirmaciones sobre nuestra forma de hacer las cosas y sólo nuestras ideas e intencionalidades. (Métodos y metodología / políticas / apuestas / planteamientos institucionales).
Lo nuevo que hay que incorporar en la práctica futura.
Pistas de trabajo / recomendaciones para nuestras prácticas / orientaciones
Dudas e inquietudes que quedan abiertas.

9. ELABORACION DE PRODUCTOS DE COMUNICACIÓN.

Redacción de un documento “final”.
Lo más importante: elaborar un material de devolución a todas las personas involucradas.
Recurrir a formas creativas que hagan comunicable la experiencia.

Asimismo, en un trabajo desarrollado por Marlen Eizaguirre, de ALBOAN; Gorka Urrutia, del Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe, Universidad de Deusto; y Carlos Askunze, de Hegoa, Universidad del Pais Vasco, en el contexto de proyecto “Guiza Garapena – Compartiendo Experiencias”, se describe una propuesta de fases que considera:

I.- DISEÑO DEL PROYECTO DE SISTEMATIZACIÓN.

1.- Para que se quiere sistematizar esa experiencia.

- Que conocimientos se espera obtener, que producto se espera lograr, a quién se quiere que le sirva.
- Formula la(s) pregunta(s) centrales que la sistematización quiere reponder (eje o entrada en el proceso).

2.- Que se quiere sistematizar.

- Que conocimientos se espera obtener, que producto se espera lograr, a quién se quiere que le sirva.
- Formula la(s) pregunta(s) centrales que la sistematización quiere reponder (eje o entrada en el proceso).

3.- Como vamos a realizar la sistematización.

- Elección de propuesta metodológica (de forma abierta)
- Operacionalización de la sistematización (quienes y de que manera participan, plazos y recursos).

4.- Confección del documentode Proyecto de Sistematización (esquema):

- Fundamentación: en que consistió la experiencia y porque sistematizarla.
- Objetivos de la sistematización: lo que se espera alcanzar, en productos y en procesos, aprendizajes, etc.
- Metodología: presentary fundamentar el método escogido, describiendo las tareas, responsabilidades, etc.
- Recursos: tiempos, materiales y recursos financieros necesarios.
- Cronograma: secuencia de tareas, momentos claves, presentación de productos, etc.

II.- RECUPERACIÓN DEL PROCESO.

1.- Descripción de la experiencia: donde y cuando se realizó, que actores participaron, con que objetivos, que resultados se obtuvo… Se trata de sistematizar una mirada ordenada de la práctica.

2.- Recuperación del desarrollo del proceso: lo mas completa posible, dando cuenta de todo lo sucedido (no sólo de lo programado), considerando todos los puntos de vista de los diversos participantes del proceso (conjunto del equipo y población beneficiaria).

Consideraciones:

- Se realiza a partir de una diversidad de fuentes de información (proyecto, programaciones, informes, evaluaciones, diferentes registros, memoria…).
- Utiliza instrumentos, guías que faciliten la reconstrucción.
- Acompaña la reconstrucción de la experiencia con su contextualización.

III.- ANÁLISIS DEL PROCESO.

1.- Descomponer el proceso en los elementos que lo constituyen, para comprender su lógica interna y comprender las diferentes relaciones.

2.- Se comienza a conceptualizar: supuestos manejados, reflexión sobre la práctica y contraste con lecturas teóricas.

3.- El instrumento fundamental es la formulación de preguntas que derivan de los objetivos y ejes de la sistematización, de forma ordenada: operacionalización de las preguntas de sistematización.

4.- El análisis termina con el reordenamiento de la información necesaria para responder las preguntas.

IV.- INTERPRETACIÓN DEL PROCESO.

- El objetivo es explicar el proceso vivido, sacando a la luz los nuevos conocimientos obtenidos durante la experiencia. Se realiza respondiendo a las preguntas planteadas en el momento del análisis, considerando y relacionando toda la información con que se cuenta. Se trata de un proceso ascendente, hasta llegar a la pregunta que constituyó el objetivo de la sistematización.

- La sistematización termina cuando llegamos a comprender la lógica interna del proceso y obtenemos un aprendizaje valioso en relación a lo sucedido que nos orienta una nueva intervención. De esta manera, las conclusiones de la sistematización deben expresarse como aprendizajes y, si es posible, en recomendaciones para nuevas intervenciones. Otro producto final, puede ser la formulación de nuevas preguntas que impulsen nuevos procesos.

V.- EXPOSICIÓN.

1.- Se trata de presentar el proceso y los resultados obtenidos de la sistematización. Deberá ser una presentación sintética y adaptada, para lo que es posible utilizar diferentes formatos y soportes de comunicación.

La idea de sistematización a la que se adhiere en el presente trabajo recoge gran parte de los elementos que se acaban de enunciar. En un nivel general, se intenta integrar tres dimensiones, la ideacional/espiritual; la político/cultural y aquella que dice relación con la formación crítica de personas.

La acepción de sistematización que recoge la dimensión ideacional encuentra en la propuesta del brasileño Claudio Veronesse una de las que mejor refleja el propósito acotado de conocimiento de este trabajo. Para Veronesse la sistematización “además de representar una crítica a la razón pura, se presenta como un proceso por el cual se busca integrar razón y espiritualidad, razón y emoción, razón y saber cotidiano”(22).

De este modo, al asumir la sistematización como una posibilidad de abrirse a la integralidad de la experiencia mapuche involucrada en la interacción, se pretende no dejar fuera, incluir todos los aspectos claves de su vivencia, como son los referentes de orden simbólico cultural; a menos que esto consensuadamente así no acontezca, lo cual continuaría estando en consonancia con nuestras premisas de conocimiento.

Complementariamente, la dimensión político cultural se desarrolla en tanto la presente sistematización colabora en la definición de un posicionamiento político de actores locales relevantes para un potencial modelo de salud intercultural.

Existen dos importantes vínculos que fundamentan relación entre política y salud:

- El ámbito de la salud mapuche repercute en esferas que van más allá de lo estrictamente humano, incorporando dimensiones cosmogónicas; otros espacios, otras formas de vida. El mismo orden sociopolítico mapuche incorpora la medicina como uno de los ámbitos vitales para la mantención de un orden de vida.

- Aún más, si se considera que la salud de los Pueblos - salud mental, biológica, etc. - se encuentra en estrecha relación con el orden y la estabilidad de sus estructuras sociales, se convierte en una exigencia el abordar cualquier tema de salud con pretensión de integralidad, considerando la dimensión de orden político en la vida de las personas.

Por último, la arista que refiere a la autoformación de las personas se entiende en cuanto el proceso que conlleva la sistematización permite a las personas mapuche abstraer e interpretar, desde el propio marco de referencia cultural, su vivencia; instalando las bases para un proceso de reconstrucción autónoma y local del propio conocimiento cultural.

Se plantea entonces un perfil de sistematización que tiene como propósito, a partir de un proceso de autoafirmación de la identidad sociocultural (colectiva local), contribuir al re posicionamiento mapuche en cuanto a la manifestación de su sistema médico bajo formas propias y/o su articulación con formas exógenas considerando modalidades que resguarden la perspectiva ética intra cultural.

En este sentido optamos por asumirnos como colaboradores, pu keyu, de una experiencia de conocimiento en la que los actores principales son los miembros de los Lof y las organizaciones mapuche en cuestión, el contexto sociocultural y los procesos históricos a que han sido y se encuentran potencialmente condicionados. De este modo, es necesario definir categorías y conceptos operativos, donde lo intracultural mapuche, visto en un sentido ideacional y sociopolítico, con perspectiva histórica, se constituye en el referente primordial.

Se debe esclarecer entonces la diferencia entre las categorías más auténticamente mapuche y aquellas generadas desde fuera producto de las interacciones, entre las que se encuentran las concepciones de pueblo, comunidad/lof, autoridades religiosas y sociopolíticas/dirigentes funcionales, organización tradicional/organización político territorial, entre muchas otras.

Los propósitos específicos que persigue el presente trabajo de sistematización tienen que ver con:

- Promover un proceso de reflexión crítica de la experiencia personal/familiar /colectiva relativa a la salud en los territorios mapuche considerados en la propuesta.

- Nivelar status de conocimiento e información al interior de los lof respecto de lo mapuche y respecto de la manifestación de su sistema médico.

- Conocer como se entienden y resuelven los problemas de salud enfermedad en la racionalidad mapuche local.

- Facilitar el empoderamiento crítico de las organizaciones territoriales mapuche respecto de la macro temática salud mapuche y salud Intercultural.

Incorporación De Formas Mapuche De Relacionamiento Y Conocimiento. Wiño mapunche wixam zugutun: “volviendo a levantar una esencia(23) mapunche”.

En consonancia con los criterios ético – teóricos que orientan la presente propuesta, se propone la articulación de una estrategia de trabajo que reconoce una forma de conocimiento propia, de expresión mapuche, el mapunche kimün.

De los testimonios escritos más conocidos y pertinentes para argumentar la particular manifestación del kimün se encuentra el del Logko Pascual koña:

“Los mapuche antiguos tenían buenos conocimientos de todas las cosas existentes: sabían nombrar las estrellas que brillan en la bóveda celeste; los pájaros y aves que vuelan en el aire; los animales que andan sobre la tierra y las diversas clases de insectos; hasta los peces que nadan en los ríos y en el mar. Además conocían los árboles y plantas; hasta las piedras tenían su nombre.
Yo también soy conocedor de los seres que hay en mi tierra de Rauquenhue y en otras regiones; pues, viajando corrí medio mundo“(24).

Asumir una perspectiva intracultural de reordenamiento del conocimiento local implica considerar que las necesidades del o los grupos en cuestión son vistas en función de la experiencia de vida de éstos y del sustrato cultural propio; no así en relación con las premisas que un agente externo pudiera traer.

En un sentido profundo, el ejercicio de conocimiento que se lleva adelante pretende contribuir en la reconstrucción de una de las principales esencias de la vida mapunche, que desde una perspectiva extracultural es entendida como relativa al ámbito de la salud, en tanto que en voz de los mapuche no es definida así. Por esta razón se recurrirá a formas endoculturales de evaluación del comportamiento y la existencia que están en la base de las formas mapunche de “pensarse” o “repensarse” como contextualización metodológica del modelo de Sistematización; y así “volver a levantar” el sentido mapuche de la salud y de su cuidado y recuperación.

Se proponen tres conceptos transversales que fundan el modelo: kimün, zugu y zwam.

a.- Kimün: Este concepto da cuenta de un saber, un conocimiento de expresión cosmogónica y de propiedad colectiva. Sus principales cualidades están dadas por:

- La existencia de una concepción biocentrica de la vida, que constituye su principal fundamento. El Waj mapu, Universo concéntrico mapuche constituye el espacio primordial y más amplio, ideológico y objetivo, en el que se ubican los Newen/energías vitales contenedoras de kimün.

- El conocimiento esta en manos de los diferentes küga familiares, siempre existirá la posibilidad de que alguien en esa familia tengan la capacidad de manejar determinados tipos de conocimiento. Los Küga de logko, machi, gehpiñ y pijan kushe resultan ser los que mayor responsabilidad tienen en cuanto al manejo de determinado tipo de kimün.

- Manifestarse en estrecha vinculación con el Mapunche Gijañmawün/religión mapunche. Es en la dimensión religiosa donde adquiere carácter normativo valórico.

- Constituir el principal contenido a partir del cual se comprende y explica el Mapunche Bawehtun. Uno de los principales propósitos que cumple el sistema médico mapuche es restablecer el equilibrio entre el che y los newen. Hoy en día el deterioro de la salud, del Küme Felen/ estar bien, küme mogen/ vivir bien, se explica en la invalidación y perdida del mapuche kimün.

- Se manifiesta en una integralidad de categorías y conceptos interpretativos.

b.- Zugu: constituye uno de los conceptos más enigmáticos y complicados de significar, comúnmente se le asume como la noticia, la novedad. Al estar conjugado en infinitivo, zugun se transforma en la expresión verbal de los che y de los seres vivos en general, no obstante desde el mapunche kimün todos los mogen tienen habla. Así entonces, el zugu se convierte en una forma de expresión primordial a todas las formas de vida. Son representaciones ideacionales que se encuentran contenidas y que mueven las diversas formas de existencia. Así el Zugu, representa como enfoca la vida, los principios, la expresión verbalizada o corporeizada de aquello que nos mueve.

c.- Zwam: tiene múltiples acepciones de acuerdo al contexto en que se le emplee. Entre las principales se encuentra el denotar la idea de un deseo de hacer, de poseer algo, un motivo, una razón que justifica un acto.

Estos conceptos describen el eje, el mapunche Kimün, y el sustrato, Zugu y Zwam, sobre el que opera el proceso de conocimiento sociocultural (metodología), constituido por una serie de acciones concatenadas a modo de etapas que incrementan el grado de su complejidad. Estas acciones definen normas intra culturales de reflexión, de niveles de introspección y conciencia. En orden de progresión, sin implicar necesariamente éste un orden rígido o único, los procesos son Rakizwamuwün, Günezwamuwün, Azkünu zugun y Norüm zugun. Asumiendo que éstas no son las únicas categorías que se pueden reconocer desde el mapuzugun, se les considera como los conceptos más abarcadores, que refieren a la posibilidad de reflexión sobre la propia existencia, de conciencia crítica sobre la vitalidad y su vinculación con el cosmos.

1.- Rakizwamuwün: Significado(25) al castellano connota el ejercicio de pensarse, como persona y/o colectivo. Existen muchos tipos de rakizwamün, dependiendo de los tipos de che/persona, de los Az/forma de ser, de los Zugu/idea en que queramos hacer rakizwam.

El concepto rakizwamuwün, etimológicamente puede dividirse en tres partes, Raki/contar, zwam/necesidad y wün/ hacia dentro, las que literalmente se significarían como el contar necesidades hacia adentro (introspección). Se manifestaría como la forma de ordenar las necesidades, desde las de tipo emocional y biológica hasta las de tipo social y espiritual. En este sentido el concepto representa un primer nivel de reflexión en tanto abre la posibilidad de un ordenamiento de necesidades, de saber que es lo que se quiere a partir de una idea existente sobre las cosas. No necesariamente constituye todavía una evaluación crítica sobre la existencia.

En términos ontológicos la idea de pensarse se entiende a partir de la confluencia de logko/cabeza, piwke/corazón, ragi Chegen/lo social y el püjü/lo espiritual que se opone a los postulados de la filosofía y ciencia social clásica donde razón, emoción y espíritu aparecen desvinculados.

2.- Günezwamuwün: al igual que en el caso anterior, Günezwamuwün contiene tres acepciones; Güne/Control, zwam/necesidad y wün/hacia dentro, referido esto a una persona o a un colectivo. Constituye un segundo nivel de reflexión y en su principal acepción supone una forma de controlar todas estas necesidades develadas por el Rakizwamuwün en torno a los distintos ámbitos de la vivencia y convivencia. Günezwam se asume como la forma de observación normativa de estas necesidades, de adentramiento en ellas y su trascendencia, implica la evaluación de si son necesarias o innecesarias.

En una dimensión colectiva, el ejercicio de Günezwamuwün es tratar de controlar una idea, de poder pensarle, ordenarle y clasificarle. Permite hacer Günekon/darse cuenta de una situación, de algo. En este sentido puede constituir un evento dramático de este proceso de concienciación.

3.- Azkünu zugun: Contiene la idea vislumbrar formas, alternativas, características, cualidades esperadas en relación al zugu sobre el que se esta tratando. Se van dilucidando potenciales líneas de acción. En esta etapa se requiere recurrir a las diversas potencialidades de los sujetos, se requiere aplicar una forma y probar, se requiere hacer pepil pepiltun/ aprendizaje, al igual que Azümazümtun/ conocer, entender, manejar, dominar, por ende practicar el conocimiento, para poder efectuar elaboraciones sobre él. Se coloca a prueba lo que se ha hipotetizado sobre algo.

En el entendido de que el kimün se encuentra contenido en todo aquello que tiene vida, aún más allá de lo humano, las orientaciones se deben buscar entonces en aquello o en aquellos que puedan contribuir a dilucidar o aclarar situaciones, objetivos o procesos. Esto es Ina ramtün/buscar soluciones sobre algo.

4.- Norüm zugun: Por último y una vez que se ha definido con claridad la alternativa definitiva a seguir, se procede a realizar norümzugu/ delimitar los limites de dicha alternativa, el orden que es necesario mantener para que se mantenga la idea primordial de la esencia, sin desvirtuarla. Implica tomar posición, definir una estética, una forma.

A partir de estos conceptos mapunche las personas que poseen este tipo de kimün fácilmente se sitúan, puesto que están en la base de un modelo de introspección social y personal, introspección ordenada, con sentido, que va de la dimensión más personal hasta la colectiva. De este modo la reconstrucción de la historicidad se yergue como plenamente relevante, la reconstrucción de la y las historias, para posteriormente ver esas historias personales en relación a las historias más comunitarias. Se debe asumir que detrás de una historia hay muchas historias, múltiples historias, dependiendo ello de cómo cada actor pudo vivir, pudo estar presente, pudo vivenciar en un determinado proceso, para llegar a ser lo que se es hoy. En este proceso es clave la participación de quienes poseen mayor capacidad ideológica, logko y machi.

Por otro lado, existen formas concretas (lo que equivaldría a la noción de “técnicas”) mediante las cuales se puede hacer práctica del rakizwamuwn, günezwamuwn, azkünu zugun y Norüm zugun. Entre las más importantes se encuentran el Xawn, Wewpih, Güxam, Amelkan y Epew. Aún existe conciencia acerca de la importancia de estas modalidades en la socialización del kimün a distinto nivel de la vida de las personas, desde el personal, entre che, el familiar/rukache, hasta el más amplio del Lof, rewe, Ayjarrewe o Fütal mapu. En este sentido, se les asume en los distintos territorios como instrumentos de comunicación y conocimiento válidos para el desarrollo de procesos de formación y negociación intracomunitaria con propósitos colectivos.

A continuación se referencia cada uno de ellos:

- Xawn: Son encuentros que se organizan para informar, discutir y/o dirimir sobre asuntos relevantes para un conjunto de personas.

- Wewpih: Son eventos de orden comunitario, dirigidos, en los cuales existe uno o más oradores principales, los Wewpife, contenedores del discurso histórico político de los territorios. El Wewpih se asume como el encargado de rehacer la historia, el pasado y así poder comprender el presente. Un mecanismo de auto investigación legítimo.

- Güxam: Son conversaciones sostenidas entre personas para compartir conocimiento e información sobre uno o más asuntos. No necesariamente son especialistas o autoridades mapuche las que las conducen, pudiendo ser cualquier persona. Existe una diversidad de temas sobre los que se pudiese trabajar en relación a la problemática de salud. El tema de kuxan por ejemplo, el concepto de kuxan, tipos de kuxan que la gente reconoció a través de la historia local, los que mas han primado, los que han sido más catastróficos, los que nos se han podido controlar desde el punto de vista mapuche, entre otros muchos más que se pudiesen plantear.

- Amelkan: especie de representación teatral mapuche, sobresale como uno de los métodos lúdicos que la gente aún esta en condiciones de rememorar. Las recreaciones, los juegos, son mecanismos que van a ayudar también a conseguir un estado de ánimo distinto, una predisposición diferente, y también como un ejercicio de salud mental eficiente para el autoaprendizaje. Con la recreación se rememoran antiguos juegos, que trasladan a la remembranza de situaciones, reconstrucción de historias, de formas de ver la vida. En este sentido representa una posibilidad de contribuir al reencantamiento colectivo.

- Epew: constituyen relatos metafóricos, donde los principales personajes son animales, en relación a los cuales se efectúan determinadas analogías con el comportamiento de los che, sobre todo sirven para estimular el correcto comportamiento de los pichikeche, bajo los principios del Nor/rectitud, Küme/bondad y kimün/sabiduría.

Representación gráfica del Mapunche Wiño Wixam Zugutun en:http://interculturalidadysalud.blogspot.com/2006/12/mapunche-wio-wixam-zugutun.html


(1)Ponencia presentada en el Simposio "Identidad, Participacion y Ciudadania", IV Encuentro de Estudios Regionales, Asociacion de Universidades Regional/SINERGIA Regional, 12 y 13 de Octubre, Antofagasta.
(2)Licenciado en Psicología, Magister © en Desarrollo Regional y Local. Jefe de Proyectos, AXXIONA Desarrollo Humano.
(3)Profesora de Mapunzugu e Investigadora en Lingüistica Mapuche, Consultora en Estudios Culturales de AXXIONA Desarrollo Humano.

(4)Licenciada en Antropología, Consultora de Estudios en Salud y Cultura de AXXIONA Desarrollo Humano durante 2005.
(5)Profesor de Ed. Básica, Investigador y Logko, Asesor Sociocultural de AXXIONA Desarrollo Humano durante 2005.
(6)Machi, Asesor Sociocultural de AXXIONA Desarrollo Humano durante 2005.
(7)Licenciado en Antropología, Consultor de Estudios en Salud y Cultura de AXXIONA Desarrollo Humano entre 2004 y 2005.
(8)Hospital Makewe, en Padre las Casas. Este hospital ha derivado en una unidad de salud que ofrece atención con pertinencia cultural (uso de costumbres e idioma en el trayecto de vinculación con el servicio). Se ha desechado la práctica de incluir agentes y prácticas médicas mapuches ya que no sólo resultan descontextualizadas, sino que representan una nueva forma de asimilación cultural por parte de la institucionalidad chilena.
(9)Históricamente significativos resultan los encuentros de Puerto Saavedra y Lican Ray. En la actualidad y en el contexto del sub componente “Fortalecimiento de la Medicina Mapuche” y del sub componente “Desarrollo de Modelos de Salud Intercultural” se ha venido intensificando el debate y el intercambio de conocimientos y experiencias a nivel local como regional.
(10)Representada en una coexistencia paralela de racionalidades que se vinculan instrumental y no significativamente.
(11)Seria una necedad afirmar que el contexto de materialización de la asesoría solicitada se caracteriza por la existencia de relaciones de respeto y valoración cultural entre el estado (sistema de salud) y el pueblo mapuche. De hecho, la necesidad de la asesoría surge justamente en un contexto de equiparación de oportunidades, ámbitos y grados de influencia y poder. En este contexto es el pueblo mapuche el que se observa evidentemente sometido.
(12)Sean estos técnicos chilenos o kimches
(13)“Acción y Conocimiento: Como romper el monopolio con investigación acción participativa”. CINEP. Bogotá, Colombia. pp. 9-17. Hemos tomado de esta obra los conceptos y referencias que continúan.
(14)Vivencia es un neologismo introducido por Ortega y Gasset cuando adaptó la palabra ErIebniz de la literatura existencialista alemana. Puede interpretarse como “experiencia de vida interior”, pero el concepto tiene un significado más amplio, por el cual la persona encuentra la plenitud de su ser no sólo en el trabajo y con su vida interior, sino también en ‘el otro” osmótico con la naturaleza y la sociedad más amplia. Esta idea ha encontrado resonancia en el concepto de Habermas del “mundo de la vida” (o “vida-universo”) como una totalidad de experiencia que incluye la cotidianidad y contextos de valor concretos. Las vivencias expresadas con “el Otro” encarnado en el pobre no se encuentran lejos de la filosofía de la “alteridad” de Emanuel Levinas y Tzvetan Todorov, difundida recientemente en los círculos intelectuales del Tercer Mundo.
(15)Este componente sería materializado en la fase de “Puesta en Marcha” del proceso de asesoría mediante alguna forma de memoria que recupere los eventos significativos del proceso al momento de iniciar el funcionamiento de la experiencia.
(16)En el equipo existen profesionales no mapuches de la Antropología, Psicología Social, Medicina y Estadística mediados en su reflexión y funcionamiento por la síntesis de Ciencias Sociales y Conocimiento Mapuche (Kimvn) que aportan profesionales mapuches con extenso conocimiento de historia, religión y medicina mapuche.
(17)Esta forma de participación convierte al equipo local en una entidad que “asesora al equipo asesor”, determinando una relación de simetría en la que en un momento uno ejerce la influencia sobre el otro alternando esta relación en otros momentos del proceso de IAP.
(18)En la cultura mapuche existe la idea de “estar bien” como representación análoga a la comprensión accidental de salud. Esta condición de “estar bien” tiene que ver con la vida en su totalidad, involucrando aspectos de las relaciones sociales, económicas, políticas, ecológicas, espirituales, etc.. Por esa razón resulta imprescindible convocar agentes de desarrollo de sectores distintos al de la salud ya que pueden afectar el equilibrio de la vida en el lofmapu en un sentido distinto del de la salud o el “estar bien”, incurriendo en acciones que eventualmente se contradicen con las acciones del sector salud.
(19)Pp. 12. La Sistematización : Apuesta por la Generación de Conocimientos a Partir de las Experiencias de Promoción. Marfil Francke-María de la Luz Morgan, Lima 1995. (http. Alforja.or.cr/sistem/Marfilmariluz.doc)
(20)Ghiso, Alfredo. Funlam. Agosto de 1998.
(21)Ver Factores Locales de Adecuación.
(22)Pp. 5 MEMORIA del TALLER “SISTEMATIZACION DE EXPERIENCIAS”, Montevideo – Uruguay. http://www.alforja.or.cr/sistem/Memoria.doc.
(23)Pp. 6. A Experiencia de Sistematizaçao do SPEP – UNIJUI – Brasil. Claudino Veronese.Brasil
(24)Noción de “salud”.
(25)Pág 91. Lonco Pascual Coña ñi tuculpazugun. Testimonio de un cacique mapuche. Ed. Pehuen 1984.
(26)Se utilizara el concepto significar, en vez de traducir por considerar que la traducción convencional, como método, contiene sesgos ideológicos, tendiendo además a estandarizar significados y no contribuye a develar la semántica de los conceptos de acuerdo a su propio marco de referencia cultural.