El Comercio, 23-03-07
Entrevista HEINO LILLES
Por Silvia Mendoza Martínez.
EXPERIENCIA INNOVADORA: El juez canadiense trabaja con la población aborigen de Yukón, al noroeste del país, donde se ha implementado un sistema integral de justicia que involucra a la víctima y al victimario. Los círculos de justicia son, según el juez Heino Lilles, una forma efectiva de ejercer justicia y, a la vez, de curar las heridas de los involucrados: víctima, agresor y comunidad.
Con casi 20 años de experiencia trabajando con la población aborigen de Yukón (noroeste de Canadá), el juez Heino Lilles es uno de los abanderados de un original sistema de justicia que viene cambiando la forma de abordar la criminalidad en Canadá. Su destacado desempeño profesional fueron sus cartas de presentación en el seminario Experiencias de Mejora en Acceso a la Justicia, organizado por el Instituto de Defensa Legal (IDL). Antes de su ponencia, El Comercio pudo conversar con él y conocer de primera mano algunos detalles de su labor.
Usted tiene una amplia experiencia con un singular sistema de justicia con la población aborigen de Yukón. ¿Cómo es que podemos entender la justicia restaurativa que usted aplica?La gente piensa que la justicia restaurativa solo se refiere a mejorar la situación de la víctima. Sin embargo, esta tiene que ver también con el agresor y la comunidad; por lo tanto, brindamos un tratamiento integral a todos los actores porque entendemos que han sido afectados, incluso el agresor.
¿Por qué recurrir a un método alternativo de ejercer la justicia?No debemos cesar en el intento de implementar cambios en el sistema de justicia porque generalmente tiene un desempeño pobre, pero es mucho más pobre aun para la gente de otras culturas. El sistema de justicia cuesta mucho dinero y hace un mal trabajo. Sin embargo, cada vez que hace algo peor termina recibiendo más recursos.
¿Qué respuestas surgieron del acercamiento a las comunidades aborígenes?Algunas comunidades sugirieron que el consejo de ancianos se siente junto a los jueces a la hora de definir las sentencias y que les recomienden cómo deberían ser estas. La segunda recomendación fue la instalación de los círculos de justicia o sentencia en círculos.
¿A qué se refiere exactamente?El propio nombre es descriptivo, porque significa que todas las personas se sientan en un círculo --incluyendo al agresor, la víctima y otras personas de la comunidad-- para tratar de conseguir un consenso sobre cómo solucionar la situación. En el círculo todos tienen un mismo nivel. Incluso yo --quien soy el que escuchará las opiniones de la gente-- me quito mi bata oficial y estoy al mismo nivel que ellos.
¿Cómo aseguran la integridad física y mental de la víctima dentro del círculo de justicia si todos están en igualdad de condiciones y, por lo tanto, su palabra vale tanto como la de su agresor?En un principio no nos dimos cuenta de este problema. Pero la comunidad ha sabido responder con diversas medidas, como grupos de apoyo para la víctima integrados solo por mujeres y que se forman antes de llegar al círculo. Este sistema se caracteriza porque las víctimas suelen sentirse mucho más seguras ya que tienen voz en el proceso.
¿Cómo funciona el círculo?Llegar a desarrollar sentencias en círculos toma varias sesiones y es un trabajo de una carga emotiva muy fuerte. Por eso el mecanismo no se usa para casos menores, solo se ven los más graves. Durante el círculo se produce el apoyo a las víctimas, la identificación de la comunidad con la víctima y el agresor, pero también está el desarrollo de la comunidad, porque este sistema ayuda a entender sus problemas para erradicarlos. Las comunidades aborígenes sienten que la justicia formal es impersonal, en la que el juez les dice qué deben hacer y se va. Por el contrario, en el círculo están presentes todos y los protagonistas pueden convivir con los resultados.
¿Cómo interviene la comunidad?La comunidad es la que decide qué tipo de agresores pueden ir al círculo de justicia. Ellos (los agresores) primero deben pasar por la evaluación de un comité y luego esa decisión tiene que ser aceptada por la corte. El consejo de la comunidad determina ciertas normas para el agresor, le puede decir qué cosa puede hacer y cuáles no. Solo después de que el agresor convence a su comunidad que puede cambiar, es elegible para un círculo de justicia.
¿Qué sucede exactamente en el círculo?El agresor debe disculparse ante la víctima, reconocer sus actos y cumplir la sentencia que impone la comunidad. La sentencia implica muchas restricciones y cambios en el estilo de vida del agresor.
¿Esta iniciativa de justicia tiene respaldo entre sus colegas?Actualmente muchos académicos y juristas importantes (de Canadá) están redefiniendo la justicia de un modo similar al que las comunidades aborígenes me lo pedían hace 20 años.
¿Cuán severas son las sentencias en el círculo? Por ejemplo, en el caso de un conductor ebrio que atropelló a una mujer, la comunidad realizó una supervisión estricta por unos 14 meses del agresor antes de ir al círculo. Como en los círculos de justicia no se apresa al agresor, este permaneció dentro de su comunidad, supervisado y con sus derechos recortados. El círculo en este caso consideró para el agresor una sentencia parecida a un arresto domiciliario durante 18 meses. Luego tendrá 24 meses de libertad condicional, durante los cuales debe acercarse por lo menos una vez al mes a la corte para informar su situación y si está cumpliendo con las restricciones que se ha impuesto.
¿En la vía formal qué pena hubiese recibido?Probablemente hubiera sido encarcelado por 4 años, un tiempo similar a la sentencia de la comunidad, pero no estará durante ese tiempo en la cárcel sino en su casa, reintegrándose a su comunidad.
¿En los 16 años de aplicación del sistema, se ha producido una disminución real de la criminalidad?Sí. El nivel de reincidencia de agresores que han pasado por el círculo de justicia es muy bajo, incluso aquellos que reinciden suelen cometer delitos menos graves que por los que fueron juzgados.
¿Por qué se busca un sistema de justicia alternativo al oficial?No se trata de desarrollar un sistema aparte, sino de ajustar el sistema a los problemas que surgen en la sociedad y adaptarlo al componente cultural. Nosotros reconocemos que el sistema formal de justicia no funciona porque se basa en el castigo, en la creencia que este puede reducir el índice de criminalidad, pero eso es falso. Por ejemplo, Estados Unidos tiene un sistema de justicia basado en el castigo, pero tiene altos índices de delitos y de gente en las cárceles. En toda Canadá, los aborígenes representan el 3,5% y, sin embargo, son el 20% de los reos.
¿A qué se deben las altas tasas de criminalidad en la población aborigen?A las múltiples experiencias traumáticas que han padecido de parte del Gobierno, las que estaban destinadas a asimilarlos al estilo de vida de la población blanca. Se hicieron procesos como el de las escuelas-misiones --que acabaron en los años 60-- que reclutaban a los aborígenes a partir de los 5 años, separándolos de sus padres. Estos niños sufrían muchos abusos y se sentían desadaptados porque tampoco podían encajar dentro de la sociedad blanca dominante. Además hay un componente educativo: por ejemplo, de los más de 2 mil jueces que hay en Canadá menos de 10 son aborígenes.
LA FICHA
Nombre:Heino Lilles.
Nacionalidad: Canadiense.
Edad: 62 años.
Situación familiar: Casado y con dos hijos.
Cargos: Juez de la Corte Territorial de Yukón y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Kingston.
Entrevista HEINO LILLES
Por Silvia Mendoza Martínez.
EXPERIENCIA INNOVADORA: El juez canadiense trabaja con la población aborigen de Yukón, al noroeste del país, donde se ha implementado un sistema integral de justicia que involucra a la víctima y al victimario. Los círculos de justicia son, según el juez Heino Lilles, una forma efectiva de ejercer justicia y, a la vez, de curar las heridas de los involucrados: víctima, agresor y comunidad.
Con casi 20 años de experiencia trabajando con la población aborigen de Yukón (noroeste de Canadá), el juez Heino Lilles es uno de los abanderados de un original sistema de justicia que viene cambiando la forma de abordar la criminalidad en Canadá. Su destacado desempeño profesional fueron sus cartas de presentación en el seminario Experiencias de Mejora en Acceso a la Justicia, organizado por el Instituto de Defensa Legal (IDL). Antes de su ponencia, El Comercio pudo conversar con él y conocer de primera mano algunos detalles de su labor.
Usted tiene una amplia experiencia con un singular sistema de justicia con la población aborigen de Yukón. ¿Cómo es que podemos entender la justicia restaurativa que usted aplica?La gente piensa que la justicia restaurativa solo se refiere a mejorar la situación de la víctima. Sin embargo, esta tiene que ver también con el agresor y la comunidad; por lo tanto, brindamos un tratamiento integral a todos los actores porque entendemos que han sido afectados, incluso el agresor.
¿Por qué recurrir a un método alternativo de ejercer la justicia?No debemos cesar en el intento de implementar cambios en el sistema de justicia porque generalmente tiene un desempeño pobre, pero es mucho más pobre aun para la gente de otras culturas. El sistema de justicia cuesta mucho dinero y hace un mal trabajo. Sin embargo, cada vez que hace algo peor termina recibiendo más recursos.
¿Qué respuestas surgieron del acercamiento a las comunidades aborígenes?Algunas comunidades sugirieron que el consejo de ancianos se siente junto a los jueces a la hora de definir las sentencias y que les recomienden cómo deberían ser estas. La segunda recomendación fue la instalación de los círculos de justicia o sentencia en círculos.
¿A qué se refiere exactamente?El propio nombre es descriptivo, porque significa que todas las personas se sientan en un círculo --incluyendo al agresor, la víctima y otras personas de la comunidad-- para tratar de conseguir un consenso sobre cómo solucionar la situación. En el círculo todos tienen un mismo nivel. Incluso yo --quien soy el que escuchará las opiniones de la gente-- me quito mi bata oficial y estoy al mismo nivel que ellos.
¿Cómo aseguran la integridad física y mental de la víctima dentro del círculo de justicia si todos están en igualdad de condiciones y, por lo tanto, su palabra vale tanto como la de su agresor?En un principio no nos dimos cuenta de este problema. Pero la comunidad ha sabido responder con diversas medidas, como grupos de apoyo para la víctima integrados solo por mujeres y que se forman antes de llegar al círculo. Este sistema se caracteriza porque las víctimas suelen sentirse mucho más seguras ya que tienen voz en el proceso.
¿Cómo funciona el círculo?Llegar a desarrollar sentencias en círculos toma varias sesiones y es un trabajo de una carga emotiva muy fuerte. Por eso el mecanismo no se usa para casos menores, solo se ven los más graves. Durante el círculo se produce el apoyo a las víctimas, la identificación de la comunidad con la víctima y el agresor, pero también está el desarrollo de la comunidad, porque este sistema ayuda a entender sus problemas para erradicarlos. Las comunidades aborígenes sienten que la justicia formal es impersonal, en la que el juez les dice qué deben hacer y se va. Por el contrario, en el círculo están presentes todos y los protagonistas pueden convivir con los resultados.
¿Cómo interviene la comunidad?La comunidad es la que decide qué tipo de agresores pueden ir al círculo de justicia. Ellos (los agresores) primero deben pasar por la evaluación de un comité y luego esa decisión tiene que ser aceptada por la corte. El consejo de la comunidad determina ciertas normas para el agresor, le puede decir qué cosa puede hacer y cuáles no. Solo después de que el agresor convence a su comunidad que puede cambiar, es elegible para un círculo de justicia.
¿Qué sucede exactamente en el círculo?El agresor debe disculparse ante la víctima, reconocer sus actos y cumplir la sentencia que impone la comunidad. La sentencia implica muchas restricciones y cambios en el estilo de vida del agresor.
¿Esta iniciativa de justicia tiene respaldo entre sus colegas?Actualmente muchos académicos y juristas importantes (de Canadá) están redefiniendo la justicia de un modo similar al que las comunidades aborígenes me lo pedían hace 20 años.
¿Cuán severas son las sentencias en el círculo? Por ejemplo, en el caso de un conductor ebrio que atropelló a una mujer, la comunidad realizó una supervisión estricta por unos 14 meses del agresor antes de ir al círculo. Como en los círculos de justicia no se apresa al agresor, este permaneció dentro de su comunidad, supervisado y con sus derechos recortados. El círculo en este caso consideró para el agresor una sentencia parecida a un arresto domiciliario durante 18 meses. Luego tendrá 24 meses de libertad condicional, durante los cuales debe acercarse por lo menos una vez al mes a la corte para informar su situación y si está cumpliendo con las restricciones que se ha impuesto.
¿En la vía formal qué pena hubiese recibido?Probablemente hubiera sido encarcelado por 4 años, un tiempo similar a la sentencia de la comunidad, pero no estará durante ese tiempo en la cárcel sino en su casa, reintegrándose a su comunidad.
¿En los 16 años de aplicación del sistema, se ha producido una disminución real de la criminalidad?Sí. El nivel de reincidencia de agresores que han pasado por el círculo de justicia es muy bajo, incluso aquellos que reinciden suelen cometer delitos menos graves que por los que fueron juzgados.
¿Por qué se busca un sistema de justicia alternativo al oficial?No se trata de desarrollar un sistema aparte, sino de ajustar el sistema a los problemas que surgen en la sociedad y adaptarlo al componente cultural. Nosotros reconocemos que el sistema formal de justicia no funciona porque se basa en el castigo, en la creencia que este puede reducir el índice de criminalidad, pero eso es falso. Por ejemplo, Estados Unidos tiene un sistema de justicia basado en el castigo, pero tiene altos índices de delitos y de gente en las cárceles. En toda Canadá, los aborígenes representan el 3,5% y, sin embargo, son el 20% de los reos.
¿A qué se deben las altas tasas de criminalidad en la población aborigen?A las múltiples experiencias traumáticas que han padecido de parte del Gobierno, las que estaban destinadas a asimilarlos al estilo de vida de la población blanca. Se hicieron procesos como el de las escuelas-misiones --que acabaron en los años 60-- que reclutaban a los aborígenes a partir de los 5 años, separándolos de sus padres. Estos niños sufrían muchos abusos y se sentían desadaptados porque tampoco podían encajar dentro de la sociedad blanca dominante. Además hay un componente educativo: por ejemplo, de los más de 2 mil jueces que hay en Canadá menos de 10 son aborígenes.
LA FICHA
Nombre:Heino Lilles.
Nacionalidad: Canadiense.
Edad: 62 años.
Situación familiar: Casado y con dos hijos.
Cargos: Juez de la Corte Territorial de Yukón y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Kingston.
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